México

Se reencuentran madre e hija en caravana migrante

CIUDAD DE MEXICO, 27 de octubre (SDP Noticias).- Martha siempre buscó una vida mejor que la que Nicaragua le podía ofrecer, por eso migró hacia el Norte; primero llegó a Guatemala y luego a México.

Desde hace 12 años no sabía nada de su familia.

Luego de más de una década, ambas mujeres se unen en un abrazo cálido.

Ya más tranquilas, entran a la casa de Martha, esa que comparte con su esposo que se muestra gustoso de conocer a su suegra, la toma entre sus morenos brazos y la llena de besos.

La hija de Juliana se muestra un poco apenada, después de la primera impresión, ahora se tapa el rostro y esquiva la tierna y llorosa mirada de su madre.

Sabe las angustias a la que la señora entrada en canas se vio sometida allá en Nicaragua por no tener noticias de su hija desde hace tantos años, por eso pide perdón una y otra vez.

“Que me perdone, que me perdone, que no me ha pasado nada, no ando en malas juntas y no ando tomando ni fumando”, expresa.

Martha relata cómo cuando vivía en Guatemala aún mantenía contacto con su madre; sin embargo, al escapar de la relación de violencia familiar en la que vivía tuvo que dejar todo atrás, incluso el número telefónico de su primer hogar.

Viajó a México para cruzar hacia Estados Unidos, pero ante los constantes operativos de las autoridades y las amenazas de la Delincuencia Organizada se refugió en un pequeño pueblo de Chiapas.

Allí conoció a su esposo y reorganizó su vida; sin embargo, siempre quiso retomar el contacto con su familia, entonces el destino la llevó a conocer al Movimiento Migrante Mesoamericano (MMM), quienes la ayudaron.

Ella brindó todos los datos que tenía de su familia y el MMM realizó la búsqueda, dieron con el paradero de Juliana y la trajeron a México, donde finalmente lograron lo que tantas otras madres centroamericanas desean: abrazar a ese ser amado que hace tanto tiempo no ven.