CIUDAD DE MEXICO, 28 de septiembre (EL UNIVERSAL).- “¡Guadalajara, Guadalajara, hueles a pura tierra mojada!”, cantan a coro los mariachis de la Plaza de Garibaldi, luego de que una balacera en días pasados rompió la tranquilidad de la noche y la alegría de la fiesta.
A uno de los músicos, se le preguntó si luego de la balacera el flujo de visitantes bajó y don Gabriel Hernández respondió que “la gente tiene miedo”.
Luego de los mariachis vinieron los norteños.
“Tú a mí me quieres, y yo te quiero, la puerta negra sale sobrando”, cantaron los norteños, para luego seguir con “La flor de Capomo”.
“Yo no soy marinero, yo no soy marinero. Soy capitán, soy capitán”, cantaron los jarochos, seguidos por los tríos: “Escribiré con sangre, con tinta sangre del corazón”.
La balacera reveló que Garibaldi es un terreno preciado y disputado por dos grupos del narcomenudeo, la Unión y la Anti-Unión de Tepito.
Sin embargo, también es un polo de turismo nacional e internacional.