México

CIUDAD DE MEXICO, 26 de octubre (NTX/AFP).- La Mega Procesión de Catrinas 2019 en la Ciudad de México se convirtió en una fiesta donde destacaron los maquillajes, el vestuario y la vendimia, acompañada de miles de familias que abarrotaron las avenidas principales del Centro de la capital del país.

El turístico Paseo de la Reforma fue por sexto año escenario de la Mega Procesión, con la que arrancan las celebraciones de muertos, una de las tradiciones culturales más arraigadas en México y en la que las tradiciones prehispánicas se confunden con el catolicismo.

La cita tuvo lugar en el Ángel de la Independencia a las 18:30 horas, sin embargo cientos de familias llegaron hasta tres horas antes para ser parte de los afortunados en maquillarse por artistas de la Asociación Nacional de Artistas Mega Body Paint México, en las diversas carpas colocadas sobre Paseo de la Reforma.

Personajes prehispánicos, charros, contemporáneos o de películas famosas fueron los vestuarios que predominaron en la tarde que se prestó para ofrecer un ambiente lúgubre ante lo nublado del cielo.

Los mariachis, luciendo un esquelético rostro bajo su tradicional sombrero, encabezaron la procesión, seguidos de grupos de danza folclórica de distintos estados del país que llevaban los trajes típicos de cada región pero con rostro de “Catrina”.

El personaje principal todos lo llevaron consigo: catrinas y catrines como homenaje a la obra de José Guadalupe Posada, para dar inicio a las celebraciones del Día de Muertos en México.

La “Catrina”, una de las figuras más emblemáticas de la cultura local, fue creada en 1910, en plena Revolución mexicana, por el reconocido dibujante mexicano José Guadalupe Posada como una expresión de crítica social a los indígenas que se enriquecían económicamente, se colgaban joyas y ropas elegantes y menospreciaban sus orígenes.

El desfile se dividió por temáticas para los asistentes por emociones, ya que de la serenidad y la elegancia de los primeros catrines se pasó a las graciosas calaveras de azúcar y después a los bailes y danzas que se llevaron desde el Ángel de la Independencia hasta el Zócalo capitalino.

Pero los protagonistas no sólo fueron ellos, pues a los costados miles de personas eran parte de la fiesta, con gritos, cantos y grandes caracterizaciones que hicieron que muchos quisieran tomarse la foto del recuerdo.

Los mejor maquillados aprovecharon incluso para cobrar la fotografía en 25 pesos, lo que no desagradó a los asistentes que impregnados del ambiente pagaron todo tipo de objetos y antojitos como palomitas, chicharrones, dulces y algodones de azúcar.

Los más contentos a simple vista fueron los niños, pero también los extranjeros que además de cantar se pintaron los rostros y se fotografiaron para sentirse parte del evento.

La Mega Procesión de Catrinas fue el marco para abrir los festejos del Día de Muertos en la Ciudad de México, donde también se llevará a cabo este domingo el Desfile Internacional del Día de Muertos, así como la Mega Ofrenda en el Zócalo que comenzó a instalarse y será inaugurada el 1 de noviembre.

El altar de muertos u ofrenda es parte fundamental de la celebración de muertos en los hogares mexicanos y evoca la creencia prehispánica de que los seres queridos que ya fallecieron regresarán en los días de Muertos, el 1 y 2 de noviembre, a convivir con los vivos.

La celebración de muertos mexicana fue catalogada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2003.