México

7 coaliciones van por el STPRM

CIUDAD DE MÉXICO, 26 de octubre (SinEmbargo).- En el Sindicato de Petróleos Mexicanos (Pemex) hacen falta dos cosas: acabar con la red de corrupción de trabajadores de base, administrativos de la petrolera y políticos, y un proceso democrático para elegir al nuevo secretario general que sustituirá a Carlos Antonio Romero Deschamps, de acuerdo con Juan Carlos Chávez González, presidente de Alerta Nacional Democrática de Trabajadores Petroleros (ANDTP).

Dentro del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) existe una lucha interna. Están en juego la reforma de los estatutos del STPRM (para acoplarlos a la nueva Ley Federal del Trabajo) y su dirigencia nacional. Un proceso que pone a prueba la capacidad de organización de los trabajadores –en busca de libertad de asociación colectiva y democracia sindical– que también revela los vicios que se cuecen al interior del sindicato.

Aunque Romero Deschamps dejó de ser el líder del STPRM desde la semana pasada, la estructura con la que operó durante 26 años de mandato permanece.

A principios de diciembre del año pasado, 32 de las 36 secciones del STPRM acordaron la destitución de Romero Deschamps y el nombramiento de Mario Rubicel Ross García –quien es apoyado por Morena y PT– como el nuevo secretario general del sindicato.

Sin embargo y de acuerdo con Ross García, el STPRM desconoció la toma de nota de la Asamblea Nacional Extraordinaria que lo eligió como el sucesor de Romero Deschamps, lo que derivó en el interinato del actual diputado priista Manuel Limón Hernández, que también se desempeña como secretario del interior en el STPRM (o el segundo de abordo en la estructura sindical).

Al igual que Ross García, el dirigente del Frente Nacional Petrolero, Sergio Carlos Morales Quintana asegura que el pasado 24 de julio, la Convención Nacional Extraordinaria lo eligió como el nuevo secretario general del STPRM. Aunque Morales Quintana ya solicitó la toma de nota, dice que la Secretaría del Trabajo no ha validado su liderazgo.

Acerca de Limón Hernández, Ross García y Morales Quintana han señalado que no debe liderar al sindicato (de manera interina) porque es un funcionario público en activo que además cobra en el sindicato. Lo anterior –dijeron– violenta los estatutos, actas y acuerdos del STPRM.

En este contexto de disputa, Chávez González dijo a SinEmbargo que ninguno de los candidatos a secretario general reúne los requisitos estatutarios, ya sea por falta de antigüedad (15 años) y experiencia (haber sido secretario local y/o del cuerpo de gobierno del sindicato) para ocupar la plaza, o debido a que hay contendientes que no son trabajadores activos de planta sindicalizados de Pemex, o que fueron investigados por delitos en la empresa y/o son personas cercanas a “diversos actores del Gobierno federal”.

Al menos siete coaliciones buscan la dirigencia del STPRM: las de Manuel Limón Hernández (cercano a Romero Dechamps), Mario Rubiciel Ross García (representante del ala disidente del STPRM), Eliel Flores Ángeles (disidentes del SNTEPEPMSF), Jorge Hernández Lira (disidentes de la CPI), María de Lourdes Díaz Cruz (disidente del MNTP), Omar Toledo Aburto (ligado a “La Quina”) y Sergio Carlos Morales Quintana (disidentes FNP).

El también integrante de la Coalición Nacional de Petroleros Democráticos (CNPD) explicó que antes de una elección democrática al interior del STPRM, es necesaria una reforma a los estatutos sindicales.

“Nosotros, para garantizar que los candidatos estén dentro de los parámetros o requisitos sindicales, estamos reformando nuestros estatutos. Para ello estamos impulsando la creación del Instituto Nacional Sindical de Elecciones y proponemos que la Comisión Nacional de Vigilancia sea un ente autónomo conformado por la segunda fuerza en votación, con respecto a los ganadores” de la elección inmediatamente anterior, de dirigentes sindicales.

Los integrantes de la ANDTP y de la CNPD también proponen que los trabajadores jubilados (que reúnan los requisitos estatutarios) participen en el Consejo Nacional del sindicato petrolero. Sin embargo, Chávez reconoció que aún falta voluntad política para lograr la reforma.

Pese a que los artículos transitorios de la nueva Ley Federal del Trabajo establecen un plazo máximo de 240 días para presentar las modificaciones estatutarias, el sindicalista confía en que las enmiendas serán aprobadas para que las dirigencias nacionales sean “verdaderamente democráticas”. Chávez también confió en que a más tardar el febrero de 2020, el STPRM tenga un nuevo secretario general en funciones.

El trabajador de Pemex aseguró que las condiciones actuales implican un riesgo: que la sucesión sindical sólo sea un cambio de batuta entre los cuates de Romero Deschamps. No obstante, confió en que la organización de trabajadores alcance para lograr una transición democrática, con votaciones libres, secretas y directas en las 36 secciones, que garanticen un liderazgo democrático que permita deshacer la red de corrupción que mina el desarrollo de los trabajadores y de la empresa productiva del Estado.

Al igual que Chávez, Alcalde Luján refirió que la Reforma Laboral de este año permite que los líderes sindicales que se han mantenido por décadas en el poder sean reelectos, ya no con imposiciones y agendas políticas, pero con mano alzada que garantice el debido cumplimiento de los derechos laborales y sindicales en México. Para que así suceda –añadió Chávez– el STPRM requiere de organizaciones de trabajadores que se comuniquen de manera constante –es decir, lo que debería suceder en las secciones sindicales– para movilizar el cambio.