Que el Gobierno Federal haya difundido los nombres y apellidos de exfuncionarios del sector energético que tras dejar su cargo se integraron a empresas privadas del mismo sector, es un “hecho insólito”, dicen analistas“Es un golpe muy visible a la élite del poder político que gobernó en los últimos sexenios, que mientras estuvo en el poder fue muy poderosa”, dijo Lorenzo Meyer
CIUDAD DE MEXICO, 11 de febrero (Agencias).- Que el Gobierno Federal haya difundido los nombres y apellidos de exfuncionarios del sector energético que tras dejar su cargo se integraron a empresas privadas, es un “hecho insólito” y un “golpe para la élite del poder político”, expresaron analistas.
Este lunes, el director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett, dio a conocer los nombres de nueve exfuncionarios del Gobierno Federal que se integraron a los consejos directivos de empresas privadas nacionales y transnacionales en el sector energético.
Señaló que se trata de “una combinación entre los sectores privados y estas antiguas autoridades, que ha generado que en unos cuantos años la Comisión Federal de Electricidad, esta empresa histórica que electrificó al país, en unos cuantos años se haya reducido a una empresa que genera nada más el 50 por ciento de la energía“.
El historiador Lorenzo Meyer comentó que Bartlett Díaz “es un duro de la política” y como está en la etapa final de su carrera, le dejaron la tarea de dar nombres.
“Es un golpe muy visible a la élite del poder político que gobernó en los últimos sexenios, que mientras estuvo en el poder fue muy poderosa”, dijo.
Por otra parte, mencionó que las leyes mexicanas no castigan la falta ética de los exfuncionarios, pero políticamente sí pesan estos señalamientos.
“Ahora vamos a ver si se concreta no solo acusación de falta de ética, sino la otra, la acusación de un delito. Aquí no se ha acusado de delitos, nada más se ha balconeado a la antigua élite, por ser tan inteligente en aprovechar sus conexiones en el gobierno para trasladarla al sector privado, que se considera que no beneficia a México sino a sí mismo”, abundó.
Por su parte, el analista político Sergio Aguayo recordó que el expresidente Vicente Foxllegó a la Presidencia con la promesa de exponer y atacar a “los peces gordos”, pero luego negoció con ellos “en lo oscurito”.
En cambio, apuntó, Andrés Manuel López Obrador ha expresado en varias ocasiones que prefiere no perseguir los actos de corrupción del pasado porque “distraen mucho”, pero finalmente dijo que hará una consulta para decidir si se abrirá una investigación contra cinco expresidentes (desde Carlos Salinas de Gortari hasta Enrique Peña Nieto).
“El día de hoy pareciera estar modificando esa postura porque por primera vez estoy viendo que iría en serio un ataque frontal a presuntos responsables de corrupción, y llama la atención la claridad con la cual están poniendo los nombres, y las presidencias a las que estuvieron afiliadas”, añadió.
El también académico indicó que sería extraordinario que finalmente un Gobierno Federal se tomara en serio el combate a la corrupción, “porque exhortar a los corruptos a que se porten bien, confiar en que serán honestos sólo porque el presidente lo es, me parece de una ingenuidad notable”.
En su cuenta de Twitter, el expresidente Felipe Calderón aseveró que en todo el mundo los consejeros independientes son valorados por su experiencia, incluyendo la gubernamental.
“El conflicto de interés se evita estableciendo una brecha de tiempo entre el desempeño del cargo y el desempeño profesional. En el caso de México la ley establece un año“, argumentó.
Al respecto, Meyer comentó que “lo legal no necesariamente es justo”, pues estos personajes tienen un conocimiento interno de la industria.
“Ahí hay un tema que es la conciencia individual la que lo puede resolver, es un poco de sentido, no solamente de la ética sino de la estética. Se ve muy feo que alguien que llega hasta la cumbre luego ande ahí de cabildero o negociador“, abundó.
Desde el punto de vista de Aguayo, es bueno este ataque frontal porque permitirá desentrañar el tinglado político-empresarial.
“Estamos ante un hecho inédito, donde salen a enumerar con nombre y apellido nueve personajes, que según investigaciones que hizo el Gobierno de la República, incurrieron en actos de corrupción o conflicto de intereses, todavía no sabemos los detalles, y también se anuncia que se va a proceder legalmente”, subrayó.
Sin embargo, el analista político criticó la laxitud en el lenguaje que utiliza López Obrador y quienes lo acompañan, porque ellos ya están dando por un hecho que van a prohibir hasta por diez años que se empleen en empresas en la rama donde trabajen.
“Me parece muy bien que esa sea su intención, me parece que es distraer de lo central para añadir una propuesta que seguramente va a hacer muchísimo ruido, porque en el viejo sistema, los altos salarios que les permitían vivir muy bien durante décadas lo complementaban con los negocios. Ahora que hay bajos salarios se le prohíbe que utilicen sus conocimientos para regresar al sector privado. Eso va a ser una discusión”, anotó.
Respecto a los siete gasoductos de las empresas Ienova, TransCanada y Grupo Carso, que actualmente están detenidos, Meyer comentó que este es un ejemplo de la naturaleza del nuevo gobierno, que es confrontarse con la élite.
“Claro que tiene que empezar con el choque, con los grandes intereses en esta área. Después hay que ir regulando el consumo ilegal de muchos millones, pero eso por lógica tiene que venir bastante más tarde. Primero hay que dejar en claro estos grandes intereses”, indicó.
Aguayo aseguró que “esto apenas empieza, porque son muchos avisperos, que una vez que le das un golpe al primero, pues empieza a salir información”.