México

COATZACOALCOS, Veracruz, 16 de febrero (Sayda Chiñas Córdova, corresponsal del POR ESTO!).- “No nos vamos a dejar. Vamos a rescatar a nuestra gente de la violencia que nos están imponiendo”, fue una de las sentencias que hicieron los ciudadanos de Coatzacoalcos, en la tercera manifestación pacífica que se realizó en el parque central del municipio.

Al grito de “¡Coatza exige paz!”, ciudadanos salieron nuevamente a manifestarse, por los constantes secuestros, amenazas y cobro de piso que se está viviendo en el municipio, en todos los niveles sociales.

En la tercera manifestación pacífica participaron Cámaras y Asociaciones Civiles, quienes exigieron al Gobierno Federal que Coatzacoalcos sea considerado el treceavo municipio más peligroso de México, y que entre en el esquema de Ciudades Prioritarias en Materia de Seguridad, aplicándose el programa piloto de la Guardia Nacional.

Refirieron que están cansados de ver cómo los delincuentes secuestran y destruyen las familias y cómo muchos se tienen que ir de la ciudad huyendo, para poder salvar la vida, dejando atrás el patrimonio de muchos años.

Estamos reunidos aquí, porque queremos hacer de su conocimiento a todos, que queremos paz, que trabajamos decentemente en este lugar, no nos vamos a dejar... Queremos sumar y rescatar a nuestra gente de la violencia que nos están imponiendo”, se señaló en uno de los discursos que se presentaron en el evento, leído por la maestra Mayra Sánchez.

Varios oradores hablaron de la problemática de la ciudad, e hicieron peticiones a los diferentes niveles de gobierno, pero se centraron en el Gobierno Federal, los Diputados y la Fiscalía de Justicia del Estado.

El pastor Oscar Santa Cruz especificó que el movimiento surgió de las familias indignadas por la situación de violencia y no tiene tintes partidistas; no confrontándose con las autoridades, sino sumándose a las acciones.

En otro de los mensajes, Pablo Salas reconoció que los gobernantes han fallado en la estrategia de seguridad, pero también los ciudadanos no han levantado la voz, y aún con los niveles de violencia que registra la ciudad, muchos siguen quedándose en casa.

“Gente como tú y como yo hemos demostrado que no nos importa lo que les suceda a nuestros conocidos o amigos. Hemos sido indiferentes a lo que los gobiernos hacen y no hemos exigido que la prioridad de nuestros gobernantes sea la seguridad y justicia”.

El discurso más sentido fue el de un grupo de jóvenes que refirieron que tienen mucho miedo de hacer sus actividades diarias e incluso, muchos han tenido que dejar la ciudad y sus escuelas en contra de su voluntad, “desterrados por sus propias familias para salvarlos”.

Este grupo de jóvenes, denominada el Tempo, tenía programada una fiesta para celebrar el 14 de febrero, una celebración que realizan entre escuelas, pero fue suspendida, ya que consideraron que no hay condiciones para que ellos se diviertan con seguridad.

“Nuestra vida adolescente trascurre entre el temor y el dolor”, anotaron.

En otra manifestación, la escritora Rosa María Loutfe demandó resultados a la Fiscalía General del Estado (FGE) y que se instruya a la policía ministerial a realizar una investigación eficiente para detener a los delincuentes.

“Que se ejerza acción penal debidamente sustentada y procesada, logrando la vinculación de los imputados y lo más importante, que sus fiscales logren obtener sentencias condenatorias para los criminales, para así evitar la impunidad y no vuelvan a la calle”.

En el cierre del evento se reiteró que cientos de familias están huyendo de Coatzacoalcos y en muchos casos están sacando a sus hijos para ponerlos a salvo, ya que viven hostigados por los grupos delictivos.