México

¿Quién es Yasmín Esquivel Mossa?

CIUDAD DE MEXICO, 12 de marzo (EL UNIVERSAL).- La nueva magistrada de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) Yasmín Esquivel Mossa ha destacado por su carrera jurídica y académica que la ha llevado a integrarse a distintas instituciones y en el servicio público.

Desde el tribunal que encabeza ha participado en la emisión de fallos trascendentales en materia de equidad de género. Fue nombrada en 2009 como magistrada en la Sala Superior del Tribunal de lo Contencioso Administrativo del entonces Distrito Federal y en 2012 fue elegida presidenta para el periodo 2012-2015, a fin de ser ratificada después para un segundo periodo, que concluye este año.

Comenzó su actividad en el servicio público en 1985 como asesora jurídica de la entonces Subdelegación Jurídica y de Gobierno del Departamento del entonces Distrito Federal, en Coyoacán.

Ocupó cargos en el Infonavit y la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de la Ciudad de México y también en la extinta Asamblea Legislativa.

En los ámbitos de impartición de justicia Esquivel Mossa se ha desempeñado como secretaria de Estudio y Cuenta de la Presidencia del Tribunal Superior Agrario, de 2000 a 2004. Ha sido magistrada unitaria en los tribunales agrarios.

La nueva magistrada de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) realizó sus estudios profesionales en la Universidad Nacional Autónoma de México, obteniendo el título de Licenciada en Derecho en el año de 1986.

Tiene diversos estudios de posgrado: tres especialidades, Derecho Administrativo, Derecho Fiscal y en el Sistema Financiero Mexicano, impartidas por la Universidad Panamericana, así como también el Diplomado en Gobierno y Administración Pública en el Instituto Nacional de Administración Pública (INAP), y el Doctorado en Derecho, impartido por la Universidad Complutense de Madrid, en coordinación con la Universidad Anáhuac, en el año 2000.

Durante su comparecencia ante el pleno del Senado, Esquivel Mossa se definió “sin ataduras, liberal y comprometida con el equilibrio de poderes”. Dijo que “la ética ocupará un lugar preponderante”, en su eventual desempeño como ministra, en la cual “no puede haber justicia sin ética”.

Aseguró que “velaré por mantener el impulso liberal de la Corte, respetar a cabalidad el principio pro persona” y se pronunció a favor de que no haya ni un paso atrás en la progresividad de los derechos ganados y reconocidos.