México

CIUDAD DE MEXICO, 23 de marzo (SinEmbargo/EL UNIVERSAL/AFP).- Vestido con la chamarra de los Diablos Rojos del México y acompañado de Alfredo Harp Helú, dueño de la franquicia y anfitrión del nuevo estadio en la capital mexicana, el Presidente Andrés Manuel López Obrador, presidió la ceremonia de inauguración de la nueva sede de la escuadra escarlata.

Al saltar a la grama, los aficionados soltaron abucheos para el Primer Mandatario y se escucharon gritos de ”¡Fuera, fuera, fuera!”.

Harp Helú dio la bienvenida al “paraíso de los Diablos Rojos del México” y dijo que es un sueño “porque siempre nos mandaban de un lugar a otro”. También agradeció a las más de 9 mil personas que trabajaron a la construcción del estadio y dio gracias a López Obrador “porque él ama al béisbol tanto como nosotros”.

México siempre juega en equipo y ahora debe redoblarse el esfuerzo.

Al tomar la palabra, AMLO fue abucheado por los aficionados.

“No voy a hablar mucho porque hay muchos de la porra fifí”, dijo López Obrador. Y el abucheo sonó más fuerte. El béisbol es de corazón, de cabeza y de carácter, dijo el Presidente. Ahora sí, dijo, voy a pichar. “Les voy a pichar pura pejemoña… voy a seguir ponchando a los de la mafia del poder”, afirmó.

El mandatario se dijo gustoso de estar en la inauguración del evento, aunque recalcó que no hablaría mucho porque “hay algunos de la porra del equipo fifí”.

Por su parte, el empresario Alfredo Harp dijo que fue un sueño construir el estadio porque siempre los estaban “cambiando de un lado a otro”, y agradeció a las más de nueve mil personas que trabajaron en la construcción del recinto, así como al Presidente de la República, “México es muy grande, es el campeón y seguirá siendo el campeón, vamos a trabajar todos juntos”, señaló.

Primer gesto de rechazo popular

Así, López Obrador fue abucheado durante la inauguración del estadio en el primer gesto de rechazo popular que se recuerda desde su abrumador triunfo electoral en julio pasado.

Habituado a ruidosas muestras de apoyo casi en cada lugar que visita y con altos índices de aprobación, según diversas encuestas, debió responder a los notorios gestos desaprobatorios de miles de asistentes al nuevo parque que se impusieron a las ovaciones.

“No voy a hablar mucho porque hay algunos aficionados de la porra del equipo fifí -como llama López Obrador a sus opositores en México-, pero la mayoría de la gente está a favor del cambio y está a favor del béisbol”, dijo el presidente, invitado de honor a la inauguración.

Haciendo alarde de su conocida pasión por el béisbol y manejo de su argot, aprovechó para confrontar con sus adversarios políticos.

“Les voy a seguir lanzando pelota lisa y recta de 95 millas por hora y curvas. ¡Vamos a seguir ponchando a los de la mafia del poder!”, expresó.

López Obrador lanzó la primera pelota en el estadio “Alfredo Harp Helú”, sede del equipo Diablos Rojos de México, que estrenaron su nueva casa con un juego de preparación ante un equipo de prospectos de los Padres de San Diego de las Grandes Ligas estadounidenses.

“Amigos y amigas, beisbolistas mexicanos, me da mucho gusto inaugurar este extraordinario estadio de béisbol”, dijo el Mandatario, conocido por sus iniciales como AMLO, quien se paró en el centro del diamante vestido con una chaqueta escarlata de Los Diablos.

En su discurso, se comprometió a impulsar “todos los deportes”, pero enfatizó su respaldo “al béisbol infantil, juvenil, amateur y profesional”.

Después de su breve discurso, situado debajo del montículo, López Obrador cumplió con el protocolo de la primera pichada. El cátcher fue el empresario Alfredo Harp Helú, dueño de Los Diablos Rojos e impulsor del béisbol profesional en México.

Harp Helú agradeció la presencia de los aficionados y del presidente “porque ama al béisbol como todos nosotros” y dio la bienvenida “al paraíso de los Diablos Rojos de México, uno de (sus) sueños”.

Esta será la cuarta casa en la historia de los Diablos y la primera de su propiedad. Antes jugaron sus partidos como locales en el Parque Delta (1940-1954), el Parque del Seguro Social (1955-2000), el Foro Sol (2000-2014) y el Parque Fray Nano (2014-2018).

El Presidente Andrés Manuel López Obrador participó en febrero en la inauguración del Salón de la Fama del Béisbol Mexicano en Monterrey, Nuevo León, ahí agradeció el apoyo del empresario Alfredo Harp, dueño de Los Diablos Rojos de México, para la construcción del recinto, y recordó que el apoyo de los empresarios es muy importante, que “el Estado no puede sacar adelante al país sin el sector privado y el social”.

El pasado 20 de febrero el Mandatario también destacó su gusto por dicho deporte. “Todavía juego y macaneo”, contó y recordó: “En secundaria era yo prospecto par agrandes liga, no es por presumir”.

López Obrador opinó que Alfredo Harp es “el principal promotor del béisbol en México”. Le dijo que es un ejemplo porque tiene dimensión social y cívica. “Eres un ejemplo a seguir, afortunadamente hay muchos empresarios en México con dimensión social”.

Por su parte, Alfredo Harp afirmó que los mexicanos tienen todo para ganar reconocimientos mundiales, reconoció que el salón que hoy se inauguró reconocerá las hazañas de jugadores de todos los tiempos.

“Dueños de equipos, somos los único responsable de que el béisbol vuelva a brillar en México. Trabajemos en equipo”, externó, y dijo que el salón de la fama será un espacio familiar y una visita obligada en Nuevo León.

“Hace un año la posible desaparición del salón de la fama entristeció a los aficionados, pero en el juego de estrellas en Guadalajara, en el 2014, me ofrecí a preservarlo y el Gobernador me dio sus respaldo”, recordó.