CIUDAD DE MEXICO, 5 de marzo (La Política Online).- A pesar de la dura respuesta de las calificadoras a las propuestas de Andrés Manuel López Obrador, en el mercado va asumiendo que no verán cambios en las políticas fiscales y energéticas en la Cuarta Transformación, por lo que en el mercado creen que las medidas que tendrá que tomar el equipo hacendario que encabeza Carlos Urzúa será el de dar apoyo total a la deuda de PEMEX, y aunque arriesgaría la nota del soberano, al mismo tiempo lograría retomar la confianza de los inversionistas.
“Con este cambio de paradigma queda claro que no se busca solo capitalizar, sino que parte de esos recursos irán para refinerías, proyectos que pueden ser rentables en otras aristas, pero no las financieras. Entonces, si el gobierno no hace caso a las advertencias de invertir en cosas muy rentables -farmouts, campos no convencionales- y decide seguir otro modelo, con otros factores de rentabilidad, pues el Gobierno deberá respaldar absolutamente a PEMEX”, explicó en diálogo con LPO Gabriel Casillas, economista jefe de Banorte.
La anquilosada situación operativa y financiera de PEMEX quedó bajo la lupa del mercado ante la llegada del Gobierno de MORENA y la promesa de un cambio de paradigma, que tiene como bandera el combate a la corrupción. Pero para los mercados esta propuesta no es suficiente y se preguntan si la petrolera podrá cumplir con todos sus requerimientos financieros -que hacienden a 15 mil millones de dólares-, sobre todo porque apuesta a planes que no convencen por su rentabilidad financiera, como enfocarse en aguas someras y priorizar la refinación.
Para Casillas es claro que la única opción que tiene López Obrador y el equipo de Carlos Urzúa, es dar apoyo total a la deuda de PEMEX, aunque eso implique que se baje un escalón a la calificación del soberano. Y es que, considera, que el escenario incluso podría ser positivo para el tipo de cambio y para los bonos.