México

CIUDAD DE MEXICO, 21 de mayo (EL UNIVERSAL).- Consumada la aprobación unánime de las cuatro leyes de la Guardia Nacional, el morenista Ricardo Monreal, rodeado de su burbuja de poder, relajado en su escaño, pasa de las sonrisas al buen humor y canta.

Este Senado es otro. Nada beligerante. De los instrumentos de confrontación y contraste, como lo son los cartelitos y las mantas, nada se sabe. La gente está en presencia de un Senado sin guerra.

El tema de la Guardia Nacional, que dio para debates de contrapunto en los que la mayoría morenista acusaba a la exmayoría priista de ser causante de la inseguridad, ocupó dos horas y 22 minutos el pleno.

Si los asuntos a aprobar estaban “planchados”; es decir, casi todos estaban de acuerdo, eso sí, excepto Emilio Álvarez Icaza, el senador sin bancada. Votó en abstención.

El priísta Miguel Ángel Osorio Chong se muestra firme, enérgico y explica que con diálogo y construcción de acuerdos “contribuimos a dignificar el oficio de la política”. Reconoce apertura de Monreal y de su alfil Eduardo Ramírez Aguilar, pero es seco, nada que ver con los panistas que se oyen dulces con la mayoría a la que suelen tener a raya.

Los panistas están sorprendidos. Su líder parlamentario Mauricio Kuri elogia a Monreal porque cumplió su palabra de sacar la legislación secundaria con apego a la reforma constitucional. La felicitación para MORENA es porque tienen un coordinador que ahora, dicen, es más respetable.

Todo ha concluido. Sólo si los diputados modifican algo, los senadores habrán de entra en acción.

¿Qué cantaba Monreal? “Las Golondrinas”. El morenista en su burbuja, en modo de tejer acuerdos.