Las calles del centro de Tijuana se han convertido en un escenario para que los transeúntes y gente en situación de calle, utilice la vía pública para comer, drogarse o robar.
México, 2 jun (EFE).- La presión migratoria y la pobreza han llevado a un aumento de las personas en situación de calle en la fronteriza ciudad mexicana de Tijuana , impactando sobre el gasto de la ciudad y generando problemas entre comerciantes, según denuncian.
Manuel Figueroa, encargado de despacho de la Secretaría de Desarrollo Social Municipal (Desom) , destacó este sábado a Efe que no existe una cifra exacta de las personas que viven en las calles de Tijuana, pero comentó que es un problema que se atiende diariamente y parece ir en aumento.
El constante flujo migratorio entre México y Estados Unidos -potenciado en los últimos meses por las caravanas de centroamericanos- junto con la pobreza inherente en el país, habría llevado a que más gente estuviera en situación de calle.
De esta manera, las calles del centro de Tijuana se han convertido en un hervidero de transeúntes y de personas en situación de calle que, en ocasiones, utiliza la vía pública para comer, drogarse o incluso robar.
Ello provoca a menudo choques entre comerciantes, hoteleros o consultorios médicos con indigentes, pues los primeros acusan a los segundos de dar mala imagen y entorpecer las ventas.
Los indigentes se unen principalmente en la Zona Centro, durmiendo en las calles principales, sobre la turística avenida Revolución y en la Zona Urbana del Río Tijuana, en donde se concentran decenas de empresas, hoteles, restaurantes y consultorios médicos de alto prestigio.
Uno de los sitios en donde se percibe mayor concentración de personas en situación de calle es la Canalización del Río Tijuana, la cual colinda con la Vía Rápida Poniente y Oriente, en donde muchos de ellos han sido atropellados por automovilistas que no se percatan cuando estas personas cruzan la vialidad sin precaución.
Sin embargo, en dicha zona el problema no tiene que ver en su totalidad con indigencia, sino también con el consumo y venta de droga que hay en los alrededores.
Carlos Orlando Rivera Camacho, director de la Estancia Municipal de Infractores (EMI), conocida entre los delincuentes como “La 20”, comentó que mensualmente llegan a recibir en sus celdas a más de diez mil personas, de las cuales el 80 por ciento están en situación de calle.
Comentó que los principales delitos que cometen tienen que ver con el alterar el orden público y poseer alguna cantidad mínima de droga, también por denuncias ciudadanas que se realizan, y comentó que la mayoría provienen de la zona céntrica de Tijuana, una ciudad con más de un 1.6 millones de personas.
Los detenidos en esas condiciones, dijo a Efe , son canalizadas a programas municipales que se imparte por el mismo Ayuntamiento de Tijuana con el apoyo de centros de rehabilitación y otras instancias que les ofrecen acogida y alimento.
Destacó que en general, la EMI cuenta con un presupuesto mensual de 120 mil pesos (unos 6 mil 300 dólares), que se destinan en su mayoría a la atención a las personas en indigencia y arrestadas.
En un recorrido realizado en las inmediaciones de la Canalización del Río Tijuana, fue posible ver como algunos grupos controlan ciertas áreas e impiden al resto de los indigentes hablar con la prensa.
“Peligro”, se dicen entre ellos cuando la prensa se acerca a conversar.
Uno de los residentes del lugar denunció a Efe que la situación en al zona es muy peligrosa e incluso se rumorea que los mismo “lideres” han llegado a asesinar a algunos de sus compañeros.