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Científicos alertaron a Exxon en 1977 que el calentamiento destruiría el planeta, y lo ocultó

MADRID, España, 25 de junio (ElDiario.es).- “Sabíamos que, si cometíamos un solo error, por pequeño que fuera, todo el proyecto sería desacreditado”. El periodista David Sassoon explica lentamente al otro lado del teléfono desde la redacción de Inside Climate Newsque dirige en Brooklyn, el exceso de celo que se autoimpuso su equipo para contar una de las mejores y más potentes historias que se han publicado sobre el negacionismo del cambio climático. Durante ocho meses, los periodistas de este medio independiente surgido en 2007, hablaron con decenas de científicos del clima que estuvieron en activo en los años 70 para aclarar algo clave: hasta dónde Exxon conocía el problema.

Querían confirmarlo porque habían accedido a cientos de documentos internos de la petrolera que demostraban que Exxon era consciente del impacto de los combustibles fósiles en el calentamiento global ya en la década de los 70. Esta empresa había dedicado mucho dinero para crear un equipo de investigadores que durante casi diez años estuvo al nivel de la élite científica de Estados Unidos en el conocimiento que entonces se tenía sobre el aumento de la temperatura global. “Estas compañías tienen a los mejores científicos del mundo y también a los mejor pagados, no encajaba que no entendieran el cambio climático. Queríamos ver si sabían más”, continúa Sassonn.

Primero rastrearon a todas las grandes del petróleo, BP, Shell, Peabody, hasta que empezaron a ver nombres de ingenieros de Exxon en conferencias científicas sobre el clima. De pronto, esta empresa presentaba algo más intrigante que las demás y comprendieron que Exxon estuvo dedicando una buena parte de sus desmesurados recursos a comprender y medir la concentración de CO2, el principal gas causante de que la Tierra se esté calentando. “Ninguna otra compañía estadounidense, por lo que supimos, había hecho nada parecido”.

En una reunión en la sede de Exxon, uno de los ingenieros jefe se dirigió a los poderosos hombres del petróleo y les dijo que el dióxido de carbono resultante de usar energías fósiles calentaría el planeta y dañaría a los humanos. “Era julio de 1977 cuando los líderes de Exxon escucharon aquello, mucho antes de que el mundo hubiera oído hablar de la crisis climática que se avecinaba”, han relatado los periodistas que participaron en la investigación en uno de los artículos de su serie Exxon: el camino no tomado.

La petrolera escuchó y decidió lanzar su propia y extraordinaria investigación sobre el dióxido de carbono. Creó un equipo de modelización e incluso financió un petrolero diseñado para medir la concentración de CO2 en los océanos, con la intención de descubrir si estos serían capaces de absorberlo. Se contrataron matemáticos para desarrollar mejores modelos climáticos, programas informáticos que simulaban cómo funcionaba el clima y así valorar el impacto de las emisiones en la temperatura global.

La compañía presupuestó un millón de dólares para gastar en tres años en su proyecto de petrolero. Los periodistas de Inside Climate News consideraban con acierto que esta cantidad era sin duda minúscula dentro de los 300 millones de dólares del gasto anual de la compañía para investigación. “Pero el asunto que aquellos científicos estaban tratando era una de las mayores incógnitas en la ciencia del clima: cómo de rápido los océanos podrían absorber el CO2 . Si Exxon era capaz de responder a la pregunta, sabría cuánto tiempo tenía antes de que la acumulación de dióxido de carbono en la atmósfera forzara una transición hacia energías alternativas a los combustibles fósiles”, describen los periodistas en uno de sus artículos publicados.