Degustan bacalao, blueberries, camarones, quesos, dátiles, higos y salmón; los productos se pagaron a sobreprecio, el gasto fue por 2 millones 790 mil pesos
Cerveza, agua mineral Perrier, bacalao, blueberries (arándanos), camarones, chistorra, Clamato, quesos, dátiles, jamón serrano, machaca, salmón ahumado y salmón chileno fresco, rompope y Nutella son productos que adquirió Nacional Financiera (Nafin) S.N.C., algunos de ellos a sobreprecio. Su lista incluye, por ejemplo, una selección de 14 tipos de quesos, entre ellos roquefort (a mil 400 pesos el kilogramo), de cabra, cotija y parmesano; 80 kilos de quinoa blanca “de primera calidad”, por la que se pagaron 10 mil 400 pesos, y 38 kilos de setas españolas.
De acuerdo con el acta de fallo que se integró al expediente 1861898, disponible en la plataforma CompraNet, Nafin le adjudicó a Pigudi Gastronómico S.A. de C.V. el contrato para los servicios de suministro de insumos para comedores de negocio y de funcionarios, por 2 millones 790 mil pesos. Implica la adquisición de productos alimenticios para el personal de las entidades y dependencias.
El contrato se licitó a través de la modalidad de invitación a cuando menos tres personas. Fueron invitadas las empresas Distribuidora AL-RI, S.A. de C.V.; Francisco Quirino Carapia Alcántara; Comercializadora, banquetes y servicios Rico, S.A de C.V.; Pigudi Gastronomico, S.A. de C.V. y Distribuidora de productos alimenticios Las Minas, S.A de C.V.
El 26 de febrero se llevó a cabo el acto de fallo de la invitación que favoreció Pigudi Gastronómico S.A. de C.V., por ser “el licitante único, cuya propuesta resultó solvente”. El 7 de marzo se firmó el contrato y a partir del 15 de ese mismo mes, se hizo efectivo.
La ganadora es la misma empresa que provee el servicio de comedor del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). En el acta de presentación de Pigudi Gastronómico, que entregó a Nafin para ser considerada para ofrecer sus servicios, el costo total para surtir la lista de alimentos para sus comedores fue de 3 millones 272 mil 140 pesos, 17% más del presupuesto máximo de Nacional Financiera.
Entre los productos que se adquirieron fueron 300 kilogramos de salmón chileno fresco, a un costo de 118 mil 800 pesos, es decir a un precio de 396 pesos el kilo; 10 paquetes de 100 gramos de salmón ahumado con tarifa de 149.60 pesos el paquete, es decir, mil 496 pesos el kilo.
Nafin también encargó la adquisición de 350 six pack de cerveza de diferentes marcas. De acuerdo con la lista, se compraron Corona en ampolleta, Corona de barril, Indio, XX Lager, Sol y Tecate roja. Se pagaron 42 mil 750 pesos, a un precio promedio de 122 pesos el paquete de seis. El más caro fue el paquete de cerveza Sol de lata, el cual en centros comerciales cuesta 87 pesos y que Nafin pagó en 140.63 pesos, es decir, 38.13% más de lo que en realidad cuesta.
Lo mismo pasó con la cerveza Tecate que compró Nafin: en el supermercado cuesta 84 pesos, pero a Nacional Financiera se le vendió en 132.24 pesos, 36% más de su precio. También se compraron aguas minerales y aguas quinas, estas últimas regularmente se utilizan para acompañar y elaborar cocteles.
De agua mineral se adquirieron 294 paquetes por un total de 14 mil 502 pesos: 270 fueron paquetes de 12 latas de la marca Ciel, a un precio de 44 pesos cada uno, en el súper cuestan hasta 57 pesos, y 24 paquetes de 24 botellas de agua mineral Perrier en 102 pesos cada uno. Del agua tónica de la marca Schweppes se ordenó comprar seis cajas de 24 botellas por 927.60 pesos.
Entre los productos gourmet que se adquirieron se incluyen 10 kilos de jamón serrano español de la marca Bernina, a un precio de 590 pesos el kilo, esto quiere decir que se pagaron 5 mil 906 pesos por este concepto. También se gastaron 14 mil pesos en 10 kilogramos de queso roquefort, a mil 400 pesos el kilo; 2 mil 367 pesos en 45 paquetes de 200 gramos de queso de cabra; 2 mil 560 pesos en 20 kilos de queso parmesano, y mil 952 pesos en 10 kilos de queso cotija a 195 pesos el kilogramo.
Mientras que para la quinoa blanca de primera calidad, alimento de moda por su alto contenido alimenticio y bajo en glúten, se erogaron 10 mil 400 pesos. Así como 10 mil 150 pesos en la adquisición de 35 kilos de ravioles, pasta italiana rellena de queso o de carne, a un precio de 290 pesos el kilo. De comida internacional se pagaron tres mil 480 pesos para la adquisición de 20 litros de jocoque, 2 mil 52 pesos en 40 paquetes de pan árabe, 11 mil 600 pesos en 80 kilos de cous-cous, así como mil 48 pesos en ocho kilogramos de dátiles sin hueso de primera calidad.
Se gastaron 22 mil 425 pesos para comprar 75 bolsas de medio kilo de machaca, 16 frascos de 600 gramos de producto limpiador de plata, 33 mil 660 pesos para comprar 165 kilos de arrachera y 37 mil 620 pesos para adquirir 180 kilos de lomo de atún fresco.
Para la adquisición de camarones se pagaron 12 mil 298 pesos para 65 kilos; 37 mil 180 pesos para comprar 200 kilos de cecina de res y adobada de cerdo de primera calidad, así como 2 mil pesos para comprar 10 kilos de chistorra, todo de primera calidad.
En 2019, Pigudi Gastronómico recibió los contratos de cinco dependencias del gobierno federal para gestionar los comedores o administrar eventos: la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg), el Hospital General Doctor Manuel Gea González, Conacyt y la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE). La empresa es la misma que provee el servicio de comedor del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). Según dio a conocer EL UNIVERSAL el pasado 27 de mayo, el consejo gasta 15.7 millones de pesos mensuales por el servicio de comedor institucional, cuyo menú incluye salmón, crema de aguacate, arroz silvestre y pay de frutos rojos, además de alimentos orgánicos y libres de gluten.
El servicio incluye un chef privado y un nutriólogo. En su memorándum del 3 de mayo dirigido a los servidores públicos del Poder Ejecutivo del gobierno federal, el presidente Andrés Manuel López Obrador indicó que debía haber medidas de austeridad adicionales a las que se habían aprobado hasta el momento, entre éstas se encuentra la reducción de 30% adicional en los gastos para la alimentación de servidores públicos de mando.
(El Universal)