Jóvenes preocupados por el medio ambiente procesan estos residuos para fabricar nuevos objetos y darles una segunda oportunidad.
(El Universal).- Mientras era estudiante en la Escuela de Diseño de Bellas Artes, a Nayely Martínez jamás le gustó fumar aunque es un hábito considerado normal en algunas personas para relajarse o entablar conversación. “Cuando empecé a investigar del tema, me di cuenta que toda la ciudad está llena de colillas.”recuerda la joven de 27 años.
Ella es consciente del daño que las colillas causan al ecosistema, en ese contexto, datos de la Secretaría del Medio Ambiente de la CDMX indican que el 65% de estas terminan en el suelo de la capital.
Por eso, Nayely creó Verde Halago, una organización que se preocupa por la preservación del ambiente. Este colectivo recolecta colillas de cigarro para darles un segundo uso, transformándolas en macetas o chapas personalizadas, las cuales son adquiridas como adorno por hoteles, principalmente.
La joven considera necesario concientizar a la comunidad de fumadores para que no tiren las colillas en cualquier sitio. La premisa de Verde Halago es ofrecer un mejor futuro a las siguientes generaciones:
“Cuando era estudiante tomé varias materias relacionadas con procesos de producción, especialmente de cómo hacer productos con fibras de bajo impacto ambiental. Experimentando con sustancias naturales me motivé a generar un material que elimina residuos tóxicos del ambiente y todo me orilló a la investigación de nuevas opciones de reciclaje.”
Un esfuerzo para salvar al medio ambiente
Nayely comenzó recolectando colillas de cigarro en la Ciudad de México pero cuando fue de vacaciones a Cancún, se reunió con Eduardo, un amigo de la preparatoria a quien le mostró la idea de Verge Halago:
“Platicamos de nuestros proyectos y se enamoró del concepto, de los objetivos y de los beneficios que tendría el ambiente si estuviera en Cancún. Él se encargó de la difusión con sus conocidos en empresas hoteleras y bazares ecológicos. Fue tan inesperado y cambió para bien el rumbo de la marca.”
Las macetas ecológicas de Verde Halago están hechas con una mezcla de papel y colillas. Los materiales funcionan como una esponja que retiene la humedad por días para que las plantas se mantengan hidratadas. Las colillas de cigarro son un desecho problemático en todo el mundo.
Al día millones terminan en la calle y en los océanos. Un reporte de 2011 de la organización Ocean Conservancy, señala que una sola colilla puede contaminar hasta ocho litros de agua de mar y 50 de agua potable.
Todos pueden ayudar a la recolección
El área de trabajo del colectivo dirigido por Nayely Martínez abarca la zona de Cancún y Playa del Carmen. También establecieron contacto con cadenas hoteleras para organizar el “Colillatón”, una jornada de recolección de estos residuos que se realiza desde septiembre de 2017.
La mayoría de participantes en este evento se entera de las ubicaciones y horarios por medio de redes sociales, algunos también están al tanto de la propuesta por medios de comunicación locales o por aviso de los vecinos.
Los hoteles se benefician del “Colillatón” al realizar acciones socialmente responsables, también hay fumadores que colaboran en la recolección, pues desean disminuir el impacto de las colillas que generan. “Llegamos a las cadenas hoteleras por medio de los colaboradores de Verde Halago.
Al ver buenos resultados, invitaron a otras marcas a participar. Al paso de todo este tiempo es como ha ido creciendo y más empresas se han sumado cada año”, comenta Nayely. En la tercera edición del “Colillatón” participaron 29 empresas en la Riviera Maya y se recolectaron más de 100 kilos de este desecho, equivalente a evitar la contaminación de 17 millones de litros de agua potable.
Verde Halago no tiene como intención que la gente deje de fumar, sino hacer conciencia sobre la basura y el daño colateral que este hábito causa, debido a que cada colilla puede tardar hasta 10 años en degradarse.
Un daño invisible
Las colillas son uno de tantos residuos que no tienen regulación a nivel mundial y de acuerdo con los análisis Ocean Conservancy, lo que causa que no haya un buen manejo ni medidas adecuadas para su tratamiento. En el océano los peces pueden comerse las colillas y las pequeñas bacterias marinas necesarias para el ecosistema mueren. Además los animales domésticos en tierra, como perros y gatos, también pueden ingerirlas accidentalmente causando intoxicaciones.
La magnitud del problema impide hacer un aproximado de la cantidad de fauna que muere. Verde Halago ha colaborado en limpieza de playas con Karla Murguia, una conferencista enfocada a la preservación del medio ambiente como miembro del movimiento “Plogging México” dedicado a recoger y reutilizar basura para hacer conciencia en la poblaciónsobre el generar menos desechos.
“Hay que crear una cultura de concientización muy fuerte para que no tiren las colillas de cigarro y se puedan reciclar. Definitivamente, Verde Halago es el reflejo de una educación que me han inculcado hacia el medio ambiente toda mi vida”, considera Karla.
Actualmente Verde Halago está procesando todas las colillas recolectadas para producir nuevos productos ecológicos. Además de las macetas y chapas ya mencionadas, también fabrican cuadernos de papel reciclado y una gran variedad de adornos decorativos para el hogar.
De acuerdo con los resultados de un estudio de Greenpeace presentado en octubre de 2018, las colillas de cigarro y el plástico son los mayores contaminantes de las playas mexicanas. Por esa razón, Verde Halago se suma a los esfuerzos de otros colectivos mexicanos como EcoFilter de los mexicanos Paola Garro y Polo Benítez, para limpiar las playas y calles del país de estos residuos tan contaminantes.
Muchas de estas iniciativas nacen como ideas de jóvenes entusiastas que con el tiempo evolucionan en proyectos sustentables para tener un México cada vez más limpio.