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CIUDAD DE MÉXICO, 21 de septiembre (Economía Hoy).- La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ha propuesto incrementar el presupuesto en materia de educación un 0.5 por ciento para el 2020. Comparado con lo asignado en el 2019, el incremento podría parecer marginal, pero sería el primer aumento después de sumar cuatro años con recortes, aunque el 98 por ciento de los recursos para educación se destina a gasto corriente, es decir, pago de nómina, consumo y otros servicios.

De acuerdo con el documento “Implicaciones del Paquete Económico 2020“, elaborado por el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), el presupuesto educativo para el próximo año asciende a 807 mil 305 millones de pesos, un 0.5 por ciento más que el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2019. Este monto está destinado tanto para la SEP como para la “función educación”.

“Hace falta más presupuesto. A pesar de que este año se contempla un incremento muy pequeño no nos queda claro qué tan ganadora es la educación en este presupuesto, hay muchos recortes pequeños en subfunciones como desarrollo tecnológico y cultura, y éstos terminan sumando al presupuesto de becas de educación media y media superior”, advirtió Thamara Martínez Vargas, coordinadora de educación y finanzas públicas del CIEP.

El reporte detalla que sólo la nómina de los docentes de educación básica abarca 44.3 por ciento del gasto educativo del año, con un monto de 357 mil 963 millones de pesos y representa 1.4 %por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Ésta se paga a través del Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y el Gasto Operativo (FONE) Servicios Personales.

“En el PPEF 2020 se calcula que 98 por ciento del gasto educativo será dirigido a gasto corriente; además, respecto al PEF 2019 este destino del gasto tendría un crecimiento real de 0.6 por ciento”: CIEP.

El CIEP refiere que para el 2020 el presupuesto en materia educativa tiene una estructura similar a la registrada en los últimos seis años, en los que la mayoría de los recursos educativos se han enfocado al gasto corriente, en lugar de que se destine a inversiones duraderas en el tiempo como infraestructura, tecnología o equipamiento.

El presupuesto educativo propuesto para 2020 representa 3.1 por ciento del PIB, misma proporción que en 2019, y equivale a 11.6 por ciento del gasto total, esto es menos al 11.8 por ciento que significó en el PEF 2019.

Por otra parte, los recursos dedicados a crear y ampliar escuelas, es decir, el gasto de obra pública, abarcaría sólo el 0.1 por ciento del presupuesto educativo y conllevaría una baja real de 47.2 por ciento frente al PEF 2019.

El gasto de capital diferente de obra pública, es decir, para la adquisición de bienes inmuebles, absorbería 1.9 por ciento, e implicaría un descenso real de 0.5 puntos porcentuales en comparación con el PEF 2019.

“Es necesaria una reestructura del gasto educativo para hacer un balance entre el gasto de capital y el gasto corriente, se requiere tener más margen de maniobra para atender las necesidades de infraestructura y hacer más eficiente el gasto corriente”, aseguró la especialista.

El CIEP detalló que de 12 rubros educativos, siete tendrán recortes. Los más severos se prevén para Desarrollo tecnológico, con una disminución real de 55 por ciento; en Función pública la disminución es de 15.2, mientras que para Cultura se estima una reducción presupuestal de 10.8 puntos.