México

Jonathan, secuestrado en Veracruz, es hallado en la fosa más grande de AL. Su madre era buscadora

“Si quieres ver a tu hijo de nuevo junta 500 mil pesos y vete del MP, no queremos que pongas denuncia”, dijeron los maleantes a una familiar del joven que había ido a poner la querella por la desaparición de Jonathan y de su prometida, Lucero Fontán Lara.

Veracruz, 6 de septiembre (Blog.Expediente).- Jonathan Celma Rosales  fue secuestrado  en su casa durante el Gobierno de Javier Duarte de Ochoa,  hoy se confirma que sus restos fueron localizados  en la fosa 118 de Colinas de Santa Fe .

Celma Rosales es hijo de Lourdes Rosales Calvo, representante en Veracruz del Colectivo Red de Madres, quien por años luchó incansablemente, dejando incluso la salud de por medio, por saber del destino de su hijo.

El joven fue privado de la libertad el 29 de julio del 2013 en el fraccionamiento Arboledas del Floresta en la conurbación del puerto jarocho, cuando inició una de las peores etapas de la historia moderna de Veracruz.

Docenas de jóvenes en edad laboral como Jonthan Celma simplemente se evaporaron.

Las autoridades, aliadas de la delincuencia, avisaban a los secuestradores cuando las familias llegaban a denunciar a la Fiscalía General del Estado algún caso de secuestro o desaparición.

“Si quieres ver a tu hijo de nuevo junta 500 mil pesos y vete del MP, no queremos que pongas denuncia”, dijeron los maleantes a una familiar del joven que había ido a poner la querella por la desaparición de Jonathan y de su prometida, Lucero Fontán Lara.

La familia había llegado a las instalaciones de la Fiscalía Regional Zona Centro, en el puerto de Veracruz, cuando estaba al mando el entonces Procurador Amadeo Flores.

Jonathan Celma Rosales fue secuestrado en su propia casa. Foto: Eepecial. Su personal, según consta en el expediente de este caso, habría estado ligado a los delincuentes que cometieron este y otros delitos graves.

La pareja fue sustraída por sujetos que portaban uniformes de una empresa del gobierno, y que días antes habían llegado a la casa donde fueron los hechos para colocar un medidor, pero solo era el pretexto para meterse a estudiar a los candidatos a secuestros.

Después de juntar una cantidad de dinero, la familia hizo un pago a los secuestradores, quienes prometieron la libertad de la pareja.

La familia vendió lo que tenía a la mano, pidieron prestado y lo de valor fue usado para juntar lo más que se pudo.

El pago se efectuó en la plaza Cristal de Veracruz, los sujetos que habían cometido el delito se llevaron el dinero pero nunca más se supo algo sobre Celma Rosales.

Los agresores no volvieron a dar señales.

Desde entonces Lourdes Rosales Calvo inicio una lucha incansable por encontrar a su hijo amado.

Fue así como conoció a otros padres en igual circunstancias, que sus hijos ya no regresaban porque las calles de Veracruz, en la primera mitad del gobierno de Javier Duarte de Ochoa, fueron entregadas a la delincuencia.

PISTAS OLVIDADAS

Diez días después del secuestro de la pareja, la familia supo sobre el aseguramiento de una casa de seguridad en el fraccionamiento Costa Verde.

Un grupo de centroamericanos, desnudos y esposados, corrían por calles del lugar intentando escapar de sus captores aprovechando que se habían quedado dormidos.

La policía Naval los rescató y también dió con la residencia en donde los secuestradores ya se habían escapado, pero en la misma localizaron docenas de identificaciones de supuestas víctimas de secuestro, entre ellas estaban las de Jonathan Celma.

La familia acudió a dónde la Naval, pero los oficiales reconocieron que no aplicaron el mínimo protocolo para reportar los datos de las credenciales pese a que había denuncias por el doble secuestro.

La naval entregó las pertenencias del joven después de muchos días de gestiones y vueltas de los seres queridos de las víctimas.

CAE SECUESTRADOR

Un testigo protegido que vio cuando se llevaron a la pareja señaló a Armando Francisco Aguirre alias Paco Nada o La Morza, un ex empleado de la Comisión Federal de Electricidad y operador menor del Cartel de Jalisco Nueva Generación en el puerto jarocho.

Paco Nada fue uno de los sujetos que semanas antes rondó la casa de la pareja para tomar datos sobre sus actividades, y está señalado de secuestro.

Paco Nada resultó detenido en Octubre del 2016 por personal de la Fiscalía General del Estado bajo la administración de Luis Ángel Bravo Contreras.

Desde entonces está tras las rejas a la espera de sentencia, nunca ha dicho nada sobre el destino de Jonathan.

Ahora que apareció el cadáver en Colinas hay la esperanza de que piense en no quedarse solo en prisión y delate al resto de la banda que le hizo este daño a Jonathan y a la familia.

SE IBAN A CASAR

Lucero Fontán Lara y Jonathan Celma Rosales estaban prometidos para contraer matrimonio en breve.

Él contaba con 24 años y ella con 25.

El joven era empleado de una agencia Aduanal en el puerto cuando pasó todo. En redes sociales abundan fotos de la pareja compartiendo momentos felices y dándose muestras de cariño, y el matrimonio era inminente.

Sus restos aparecieron dentro de una bolsa negra en la Fosa de Colinas de Santa Fe, hasta ahora el entierro más grande del continente Americano.

Se trata de la fosa 118 que fue localizada y procesada por la Policía Federal Científica y el colectivo Solecito de Veracruz. Los trabajos de indentificación de los restos correspondieron a la Fiscalía General del estado por medio de su fiscalía especializada en atención a personas desaparecidas.

Durante su exhumación, se encontró la camisa que vestía el día de la tragedia. Es de los pocos cadáveres que se han localizado enteros. Se le encontró junto a otros dos cuerpos que no han sido identificados.

La familia está a la espera de que se les entreguen los restos para la ceremonia fúnebre, esta semana se celebró audiencia en donde fueron notificados sobre las coincidencias con los bancos de ADN. Son casi 300 cadáveres en Colinas de Santa Fe y hasta ahora hay menos de 20 identificados.