MEXICO, 12 de enero (Notimex).- Los maestros del país son víctimas de extorsión del crimen organizado en diversos estados del país como Guerrero, Jalisco y Tamaulipas, donde en época de aguinaldos y fin de año reciben su “visita” para pedirles aportaciones, alertó el líder del SNTE, Alfonso Cepeda Salas.
En conferencia de prensa, el secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), precisó que los propios maestros pueden dar fe de dicha situación, pues les piden aportaciones para un supuesto movimiento, pero es más bien delincuencia organizada; y no poco maestros también son extorsionados por los delincuentes.
“Menciono estados como el de Guerrero, como el de Tamaulipas, el propio estado de Jalisco y algún otro; en el estado de Michoacán, donde el problema es grave, donde el problema tiene que atacarse de raíz, pero entendemos que tiene una historicidad muy fuerte”, dijo.
El dirigente sindical comentó que como dice el presidente Andrés Manuel López Obrador, se va a tener que ir paso a paso para lograr el gran objetivo de recuperar la paz social “que tantos años existió en nuestro país y que nos permitía a quienes ya somos de una generación muy anterior a la mayoría de ustedes, andar en la calle, jugando con nuestros vecinos, con los compañeros, con los amigos de la colonia, y no pasaba nada.
A pregunta expresa de que si los maestros ahora deben cuidarse no solo de los delincuentes sino de los alumnos, y tener miedo por los hechos ocurridos en Torreón, Coahuuila, donde un estudiantes de 11 años de edad, llevó armas de fuego a la escuela y mató a una maestra, dijo que se tendría que hacer un estudio para sustentar una situación así.
“Eso tendríamos que sustentarlo en un estudio sociológico y colectivo también en nuestro sindicato. No podemos hablar por ese millón 700 mil maestros que están en activo”, indicó.
En su opinión, es pertinente “hacer un estudio serio, profundo y poder instrumentar estrategias educativas, estrategias de actualización y capacitación profesional, además de educación socioemocional que nos permitan que los maestros acudan con la tranquilidad que requieren a impartir sus clases, a hacer su trabajo docente”.
Añadió que lo sucedido en Torreón es algo no previsible, porque el niño está en la escuela de 8:00 a 13:00 horas en primarias, y en secundarias de 7:00 a 14:00, mientras que el resto del tiempo el maestro no tiene contacto con él.
“Entonces, no es algo de que se pueda responsabilizar a la escuela o a los trabajadores de la educación. En esto mucho tiene qué ver también la educación en la familia”, enfatizó.