El Fiscal General Alejandro Gertz Manero señala que esto se da de manera natural, tras los procesos contra Rosario Robles, Juan Collado y ahora Emilio Lozoya
CIUDAD DE MEXICO, 15 de febrero.- Entre las 5.30 y las 6 de la mañana del miércoles, el fiscal general de México, Alejandro Gertz, recibió una llamada del encargado del área internacional del Ministerio Público. Le alertaba de que la policía española “había detenido a una persona que suponía que era este individuo”, en referencia a Emilio Lozoya, ex director general de Pemex, estrecho colaborador del expresidente Enrique Peña Nieto y a quien Gertz, durante toda la entrevista realizada en su despacho, se refiere como “este individuo”, sin pronunciar nunca su nombre ni apellido. El fiscal responde de forma concisa y cauta. En más de una ocasión recurre a una sonrisa antes de abordar los temas más comprometidos, como un aviso de que la respuesta no va a satisfacer.
Pregunta. ¿Tiene constancia del tiempo que llevaba la policía española detrás de Lozoya?
Respuesta. No tengo certeza, porque cuando sale una ficha roja en la Unión Europea tenemos que trabajar con todas las policías, las personas pueden circular por cualquier país, pero las policías no. Conforme vamos teniendo información, vamos hablando con las policías locales a través de las oficinas de Interpol y ellos nos van dando la información que van teniendo, aunque no tienen obligación de hacerlo. Hemos estado haciendo gestiones con muchos grupos policiales, no le voy a decir cuántos porque no conviene dar información tan detallada.
P. ¿Qué falta para pedir su extradición?
R. Reunir la documentación, que ya tenemos, expresarla en la forma que los jueces españoles lo demandan y hacerlo llegar a través de nuestro delegado en España y de los abogados que nos asisten en esto, porque nosotros no podemos litigar en un país que no es el nuestro. Estos 45 días no es más que un tiempo para volver a poner el expediente a disposición de los jueces.
P. Lozoya ha rechazado la extradición. Alonso Ancira, presidente de Altos Hornos Mexicanos, fue detenido en mayo del año pasado, también en España y aún no ha podido ser extraditado. ¿Cuándo se verá a Lozoya en México?
R. Quien puede darnos una idea son los jueces españoles después de la audiencia que vamos a tener en un mes y medio. Van a valorar nuestros argumentos y lo más que podamos refrendar. La Fiscalía, al ser un órgano autónomo del Estado, para obtener las órdenes de aprehensión tuvo que demostrar que tenía toda la razón, sobre todo ante individuos que tienen la jerarquía económica y los contactos de estos.
P. Pero, ¿cuál es su sensación? ¿Lozoya puede estar en dos meses en México?
R. Yo tengo como antecedente inmediato el caso Ancira, que nos está diciendo el tiempo que tenemos por llegar no son dos meses.
P. Fuentes judiciales españolas han apuntado que Lozoya colaboró en el blanqueo de capitales de la mafia rusa y que esta pudo haberle ayudado a moverse por Europa. ¿Qué indicios tiene de ello?
R. Esa información solo la pueden dar las autoridades de cada Estado. Nosotros no la tenemos, porque si la hubiéramos tenido, la tendríamos que haber documentado en el proceso y en la imputación que hicimos. Nosotros estamos planteando un asunto mexicano en el marco jurídico mexicano.
P. ¿Esto es lo que parece?
R. ¿Qué es lo que quiere decir su pregunta?
P. Que en los últimos meses, se ha iniciado un proceso contra Rosario Robles [exsecretaria de Desarrollo con Peña Nieto]; después, Juan Collado [abogado del expresidente, hoy encarcelado en México]; ahora Emilio Lozoya. Todos tienen el mismo nexo, parece que se ha estrechado el cerco sobre el expresidente Peña Nieto.
R. Por razones naturales.
P. ¿Cuáles son esas razones naturales?
R. Lo mismo que usted acaba de decir, hay un vínculo que los une.
P. El abogado de Lozoya dijo que el ex director general de Pemex no se mandaba solo. No dio nombres, sino que se lo dejaba a la imaginación de los mexicanos. Al oír eso, ¿a usted quién se le viene a la cabeza?
R. No le doy la jerarquía de ninguna naturaleza más que a las declaraciones que se hacen ante las autoridades. Si no, entro en un territorio que no es el que me corresponde y en ese donde puedo cometer una pifia. No es mi intención, soy un abogado litigante y sé cuáles son las reglas. Quien está fuera puede decir lo que quiera, quien está dentro, debe medir sus palabras.
P. ¿Está siendo investigado el expresidente Peña Nieto?
R. Nosotros tenemos un principio muy claro: la secrecía en las investigaciones que todavía no han generado molestias sobre las personas a las que se está investigando. Yo ahí cometería una falta procesal.
P. ¿No se va a frenar de investigar al expresidente?
R. Nosotros vamos a seguir haciendo nuestras investigaciones. No tenemos más límites que las estructuras legales y las responsabilidades penales
P. Perdone que le insista, pero es que esas razones naturales llevan a la misma persona.
R. Volvemos a lo mismo. Usted está haciendo su trabajo. Yo tengo que hacer el mío.
P. El jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Santiago Nieto, ha asegurado que hay dos carpetas de investigación más sobre Lozoya. ¿Está usted al tanto de ellas?
R. Las declaraciones de funcionarios de la Administración Pública son de su responsabilidad, no de la mía.
P. Eso es que no…
R. Eso es una declaración clarísima.
P. ¿Hasta qué punto confía en las investigaciones de la UIF?
R. La Secretaría de Hacienda tiene algunas áreas que se dedican a hacer este tipo de actividades: el SAT, esta otra unidad… Yo creo y espero que estas actividades las hagan estrictamente en el marco legal, que es su obligación. Y que tengan la prudencia y el cuidado para manejar estas investigaciones.
P. ¿Cómo es su relación con Santiago Nieto?
R. Mi relación con esta unidad la he planteado muchas veces. Considero que estas tareas, que son administrativas, que tienen una función de apoyo y en ocasiones de presentar denuncias, como las tiene cualquier persona, tienen que estar dentro de un marco legal muy cuidadoso, porque cuando se presente una denuncia tiene que tener las pruebas para que el procedimiento pueda sustentarse.
P. Es histórica la falta de coordinación y desorganización entre los organismos mexicanos. ¿Le preocupan las injerencias de otras instituciones?
R. En su pregunta está implícita la respuesta.
P. Pero, desde que ostenta el cargo de fiscal, ¿esa preocupación ha aumentado?
R. El nivel de problemas que tiene esta institución es variadísimo. Sí, es uno de esos.
P. Esta mañana ha habido una nueva protesta del movimiento feminista frente al Palacio Nacional. Los feminicidios han aumentado en el país, usted mismo lo ha reconocido. ¿Por qué quiere quitar el tipo penal de feminicidio?
R. ¿Quién dijo que lo quiero quitar?
P. ¿No lo quiere quitar?
P. Hay que preguntar al que lo dijo, porque yo nunca lo he dicho. Al contrario, para que no hubiese duda, yo me reuní con un grupo de diputadas y les dije que el tipo penal hay que mantenerlo, solidificarlo, facilitar la defensa de las víctimas y generar una conducta lógica como la que se está presentando. En ese momento se inició una campaña para decir que yo quería acabar con el delito de feminicidio. Vino una reacción totalmente distinta a la que yo había dicho. Incluso hubo un comunicado de la Fiscalía en el que decía que el delito de feminicidio tiene que permanecer con una tipificación más cuidadosa, más efectiva, más sólida en defensa de un género que está siendo atacado.
P. ¿Eso no es una modificación?
R. Eso es un fortalecimiento de un tipo penal en defensa de las víctimas.
P. ¿Debe haber tribunales especiales para la violencia de género?
R. Tiene que haber tribunales eficaces para la defensa de todos los delitos que se sufren en este país.
P. Le pregunto por el caso concreto de la violencia de género.
R. Creo que es una muy buena propuesta que haya jueces especializados, no solo en este caso tan grave, sino en otros terriblemente complejos.
P. ¿Qué le ha parecido la reforma del sistema judicial?
R. Es una reforma que está viendo cómo resolver los problemas internos del Poder Judicial. Creo que se está viendo bien cómo establecer y homologar los criterios que muchas veces son contradictorios. Es un buen paso.
P. ¿Usted ha participado en esa reforma, le han consultado?
R. Nada.
P. ¿Y no siente que, como fiscal, le tenían que haber preguntado?
R. Hombre, yo no soy tan sensible.
(EL PAIS)