México

Se agotan en horas los 'cachitos”

CIUDAD DE MEXICO, 11 de marzo (Infobae).- “¿Un boleto señorita?”. La costumbre me hace decir “no” y agradecerle. Sin embargo, regresé inmediatamente y le pregunté si tenía boletos para la rifa del avión presidencial. A algunas personas, a las que sabía les interesaban, les había preguntado desde temprano si ya los habían adquirido, me contestaron que no habían encontrado algún billetero que tuviera.

Este martes comenzó oficialmente la venta de los boletos para la rifa del “avión presidencial”, luego de la polémica que generó el anuncio que dio la semana pasada el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en donde informó que la venta iniciaría el 9 de marzo, justo el mismo día en que se realizó el paro de mujeres como una forma de protesta por las alarmantes cifras de feminicidios en el país.

López Obrador rectificó y, un día después de su anuncio, dijo que la venta sería el 10 de marzo.

“En mis 20 años de vender lotería nunca había visto tanta expectativa por un sorteo”, me dice Ángel Fernández, un billetero de unos 60 años, que estaba sentado en una jardinera de la Zona Rosa, en la Ciudad de México, vendiendo “cachitos” de suerte.

Al momento de preguntar si tenía boletos para la rifa del avión, me responde enseguida que sí, mientras saca dos boletos y me los enseña. “Esos son los únicos que le quedan”.

“Está es la primera vez que se rifa un avión, o bueno, lo equivalente, y es muy atractivo porque fue (una iniciativa) por parte del Presidente López Obrador”, explica Ángel.

López Obrador dijo este miércoles en su conferencia de prensa, que mientras se vende el avión presidencial, se realizarán visitas guiadas, y reiteró que sí se va a subir, pero no va a volar, sólo se imaginará que despega y vuela.

“¿Cuántos ha vendido?”, le pregunto a don Ángel; emocionado me dice: “Ya nada más me quedan estos dos, lléveselos”.

Incrédula le vuelvo a preguntar: “¿Ya nada más tiene estos dos?”, y me responde: “Si, me trajeron poquitos pero hoy los vendí casi todos, ya solo están estos”, y me los da para que los vea.

La desconfianza de quien pudiera estar escuchando, y pudiera sufrir un asalto, impidió que me dijera exactamente cuántos boletos les habían entregado, y vendido, puesto que el billete para la rifa del avión es uno de los más caros que se vende. Para otros sorteos los boletos tienen un precio de aproximadamente 30 pesos, para la rifa de la lujosa aeronave es de 500.

Ángel asegura que la próxima semana le entregarán más billetes para que los venda, no le van a dar muchos, comenta, pero sí le van a entregar más. Explica que para ellos, los que venden lotería, este sorteo los beneficia porque pueden vender más, además de que, dijo, “Se voltea a verlos y sirve para que la gente tenga el hábito de los sorteos”.

“Me trajeron poquitos pero sí se vendieron, en la semana me entregarán otros poquitos”, dijo.

Le pregunto si puedo tomarle una foto a los únicos dos boletos que dice le quedan, los coloca frente a la cámara y me dice: “Mucha gente ha venido a preguntar por ellos, los que no compran me dicen que se los guarde, que luego vienen por ellos”. Y añade: “no siempre el premio es de 20 millones, con un solo billete que usted compre se puede llevar 20 millones. En otros sorteos no, porque se divide el premio entre los ‘cachitos’ que haya comprado, o sea, tiene que comprar toda la serie”, me explicó Ángel.

En su opinión, es una buena idea lo de la rifa del avión, él está consciente que es el dinero equivalente pero que llamó mucho la atención que se hubiera planteado en un principio que se sorteara la aeronave.

“Se está apoyando a una buena causa, ya que se va a invertir en los hospitales y eso es una motivación para la gente, pues es para la beneficencia pública, además de que les va a tocar un premio, que no siempre es tan grande, de 20 millones. Yo veo que a las personas les interesa más apoyar que el premio, o sea, si se lo ganan pues qué bien”, explica con alegría como algo obvio; “pero lo que quieren es apoyar”, me dice.

En lo personal, Ángel expresa que está apoyando vendiendo los billetes, además de que es su manera de ganarse la vida, le da gusto que sea para una buena causa.

“Nosotros tenemos que apoyar también con la venta, y está bien lo de la rifa porque, pues uno tiene que salir adelante y pues más ahora que es para una buena causa, qué mejor”, me dice con una sonrisa.