SAN LUIS POTOSI, 26 de abril (Pulso).- Cinco días antes de que México entrara en la Fase 3 de contingencia por la pandemia causada por la aparición del coronavirus SARS-CoV-2 (COVID-19), Nat, quien prefiere mantener su nombre anónimo, fue agredida por dos sujetos mientras esperaba el transporte a su trabajo.
Días previos a la agresión, recibió una de las diversas capacitaciones que se otorgan al personal de clínicas COVID para atender los casos sospechosos y confirmados de la enfermedad, que hasta este sábado ha cobrado la vida de cinco potosinos y dos potosinas.
A Nat le duele recordar que el pasado viernes 17 de abril, aproximadamente a las 13:45 horas, se dirigía a la parada del transporte público para ir a su trabajo como enfermera en la Clínica 50 del IMSS, una de las destinadas a recibir pacientes con síntomas respiratorios sospechosos de COVID-19.
Antes de llegar a la parada, dos hombres la interceptaron. La primera intención de ellos fue un asalto. «Uno de ellos me dice: “dame todo lo que traes”», contó.
Nat entregó su bolsa, en la que guardaba, además de documentos personales, su uniforme de trabajo. «Al percatarse uno de ellos de que traía el uniforme, le dice a la otra persona: “esta es una de las que nos anda contagiando. Vamos a darle su ‘calentadita’ a la pendeja”».
El otro hombre le torció el brazo hacia la espalda, «al momento de voltear y pedirle que me suelte, el sujeto que está atrás me da un golpe en la cara y una patada en la rodilla derecha, haciéndome caer al piso, y ya una vez en el piso comienzan a patearme».
El grito de una mujer, testigo de la agresión, ahuyentó a los victimarios. «¡Ya déjenla!», fue lo que escuchó Nat, antes de que los sujetos huyeran con rumbo desconocido.
Una vez que pudo incorporarse, con ayuda, Nat regresó a su casa, de ahí se dirigió a su lugar de trabajo a recibir atención médica y después presentó una denuncia ante el Ministerio Público.
SLP, en la lista de la vergüenza
Esta es la segunda agresión que se tiene registrada en la entidad contra enfermeras y, al igual que en la otra, derivó en la incapacidad de Nat: «Me dieron incapacidad porque mis manos son con lo que realizo mi labor».
Nat tiene un esguince en la muñeca, golpes en la cara y en una de las piernas; no podrá volver a su labor en al menos siete días, si la revisión médica no determina otra cosa. No bastaron los llamados de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Discriminación (Conapred), las agresiones al personal de enfermería continúa. Tres días después de la agresión de Nat, Fabiana Maribel Zepeda Arias, jefa de Programas de Enfermería del IMSS, habló por sus colegas y pidió un alto a la violencia.
Hasta esa fecha (20 de abril) se tenían registradas 21 agresiones hacia el personal de enfermería en 12 entidades del país, San Luis Potosí entre ellos. Una lista para dar vergüenza.
Salimos a trabajar por ellos
«No se dan cuenta que si seguimos haciendo esto es para el bienestar de ellos, se trabaja con amor, con la vocación, por atención hacia quienes en algún momento van a requerirlo», lamenta Nat, con un tono de decepción.
«Creo que es fatal lo que está sucediendo […] salimos a trabajar por ellos. Qué más quisiéramos quedarnos en casa con nuestros hijos sin tener que arriesgarlos», expuso.
Más allá del miedo a contagiar a su familia de COVID-19, Nat teme porque sus agresores se llevaron documentos con información personal de ella y su familia.
Sólo uno de los hijos de Nat sabe lo que le sucedió realmente; los más pequeños creen que su mamá sufrió una caída. «¿De qué manera les puedo explicar a mis hijos que me hayan golpeado en la calle sólo por ser enfermera?», recrimina Nat.