México

UNAM lanza mapa que alerta de municipios en 8 estados

CIUDAD DE MEXICO, 27 de abril (SinEmbargo).- En la mayor parte del país ya hay, o hubo, al menos un caso de COVID-19; al momento de pensar en el retorno, la Universidad nacional Autónoma de México (UNAM), propone algo: revisar la vulnerabilidad de cada municipio, luego la cantidad de casos registrados.

El día de hoy presentó el Índice de Vulnerabilidad ante COVID-19 en México, realizado por investigadores de seis centros de estudio de la Universidad, con el que buscan proponer a las autoridades sanitarias repensar si se levantan de manera anticipada las medidas de sana distancia y resguardo, para tomar en cuenta el grado de vulnerabilidad de las comunidades.

Es decir, aunque un municipio por el momento no tenga casos de coronavirus o sus niveles sean mínimos, las características demográficas, de salud y socioeconómicas podrían traerle crisis más adelante, sobre todo en un escenario en el que aún no se tiene una vacuna para la enfermedad.

“Se tiene que ganar tiempo, porque el contagio en los municipios más vulnerables puede ser crítico si las medidas de contingencia se levantan de manera anticipada”, comentó al respecto, Manuel Suárez Lastra, del Instituto de Geografía.

Los investigadores que presentaron el documento dejaron claro que no se trata de una herramienta predictiva, sino de datos que pueden orientar la protección a partir de conocer la vulnerabilidad de cada uno de ellos bajo los términos de riesgo, amenaza y exposición.

Son 8.9 millones de mexicanos, el 7.5 por ciento de la población total, los que habitan actualmente en municipios con vulnerabilidad crítica y 34.9 millones, el 29.3 por ciento, los que habitan en zonas de vulnerabilidad alta o muy alta, ubicados en Oaxaca, Guerrero, Chiapas, la huasteca veracruzana y poblana, el sur de Durango, la Sierra Tarahumara y Yucatán.

El 63 por ciento de la población mexicana vive en municipios con vulnerabilidad media, en grandes centros urbanos que cuentan con la mayor infraestructura de salud, y la mayor capacidad económica.

La vulnerabilidad al COVID-19 la definieron a partir del porcentaje de población mayor a 60 años, población indígena –por motivos de discriminación o acceso en los servicios de salud­–, infraestructura en salud, disponibilidad de personal médico, número de camas y los elementos de pobreza multidimensional: acceso educativo, a servicios de salud, seguridad social y características de la vivienda.

También se tomó en cuenta, por la naturaleza del virus, los índices de migración de retorno, ya que implica mayor exposición para los habitantes en caso de que sus familiares o vecinos retornen del extranjero.