El acoplamiento con Estados Unidos será paulatino y gradual, reafirmó la secretaria de Economía
CIUDAD DE MEXICO, 19 de mayo (EFE).- La Secretaria mexicana de Economía, Graciela Márquez, justificó este martes el retraso en la reactivación de las cadenas de valor con Estados Unidos al argumentar que “la llegada del COVID-19 fue posterior en México que en los otros países”.
“Entonces en el Gobierno de México se decidió que se iba a priorizar la salud y que teníamos que empezar a hacer este descongelamiento, esta reapertura, hasta que tuviéramos certeza de que esto no iba a impactar la salud”, dijo Márquez en la rueda de prensa matutina de Palacio Nacional.
La funcionaria se refirió a los ajustes al decreto sanitario hechos la semana pasada por el Gobierno, que primero incluiría la construcción, la minería y la fabricación de transporte como actividades esenciales permitidas desde el 18 de mayo.
Sin embargo, el Gobierno mexicano rectificó después al señalar que solo podrían trabajar en sus protocolos sanitarios para operar a partir del 1 junio bajo la “nueva normalidad”. Los industriales mexicanos advirtieron que esto paralizaría sectores en toda Norteamérica, como el automotor, pues Estados Unidos recibe más del 80 por ciento de las exportaciones mexicanas.
“Sí nos interesa seguir integrados en esas cadenas, pero nos interesa sobre todo cuidar la salud en México y nos interesa que la apertura que hagamos realmente construya de nuevo esas cadenas”, declaró Márquez.
“Las conversiones que hemos tenido han fructificado en que tenemos más información, en que las empresas se han comprometido a seguir protocolos muy altos a cuidar y sobre todo a dar seguimiento, porque a ellas también no les interesa ser objeto de un brote, no les interesa que se tenga que clausurar una planta porque hay un brote epidémico, un rebrote en tal planta”.
Los sectores no esenciales de la economía están detenidos en México desde que el 30 de marzo el Gobierno decretó la emergencia sanitaria por el coronavirus SARS-CoV-2.
Aunque Estados Unidos es el país más afectado al superar los 1.5 millones de casos y 90 mil decesos por la COVID-19, los empresarios y el Presidente Donald Trump presionan a México para que homologue las industrias abiertas.
Aun así, la Secretaria mexicana de Economía reafirmó que el “acoplamiento será paulatino y gradual porque Estados Unidos tampoco abrió completamente”.
“La primera pregunta que hicimos fue ‘¿cuándo abre la industria en Estados Unidos?’, y la respuesta era ‘no sabemos bien’ porque justamente también en Estados Unidos la enfermedad pegó de manera muy distinta”, aseveró. Bajo el programa, que inicia por completo el 1 de junio, el Gobierno pedirá los “más altos estándares” de las empresas que reabran.
La entrada en vigor del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) fue una de las razones por las cuales el Gobierno federal consideró la inclusión de la industria automotriz como una actividad esencial, explicó Márquez Colín.
La funcionaria remarcó que debido al nuevo pacto comercial, que estará vigente a partir del 1 de julio, el sector automotor en México es uno de los que más cambios deberá realizar. “Probablemente es el sector que más ajustes tendrá que hacer, tanto por el contenido regional como por el laboral que son dos caras nuevas del tratado, va a tener que hacer ajustes, entonces necesitábamos que empezara a trabajar porque pronto va a enfrentar las reglas del T-MEC”, abundó.