El presidente Andrés Manuel López Obrador, rechazó este martes las acusaciones de "injerencismo" del actual Gobierno de Perú, pero pidió reconocer la presidencia de Pedro Castillo al argumentar que él ganó las últimas elecciones.
“No es injerencismo, estar ahí conduciendo nada, nuestro embajador está en su trabajo diplomático y es Relaciones Exteriores la que está a cargo de llevar a cabo este proceso", declaró en su rueda de prensa diaria.
López Obrador respondió a la Cancillería de Perú, que el viernes pasado convocó al embajador mexicano en Lima, Pablo Monroy, para transmitirle su rechazo por las "expresiones de las autoridades mexicanas" que "constituyen una injerencia en los asuntos internos" del país andino.
Aun así, el mandatario mexicano rechazó la destitución de Castillo, a quien aún considera presidente de Perú, pese a que el Congreso peruano lo removió del cargo el miércoles pasado por "incapacidad moral" y lo acusó de haber intentado perpetrar un golpe de Estado.
El gobernante mexicano citó el comunicado que emitió este lunes junto a Argentina, Bolivia y Colombia en el que "con apego a acuerdos internacionales se exhorta a los responsables de la conducción política en Perú de que se respete el voto de los ciudadanos".
“Ganó el presidente, lo que plantea el convenio es que se debe respetar la voluntad del pueblo que lo eligió, reconocer que ganó democráticamente y que no se le puede destituir, que eso de origen, aunque esté en la Constitución peruana, tiene un problema, una falla antidemocrática de origen”, argumentó.
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AN