Los empresarios locales sostienen que sus ganancias son insignificantes y que apenas obtienen para mantener a sus familias. Aproximadamente dos meses después del paso del Huracán Otis por Acapulco, que afectó al puerto como un meteoro de categoría 5 y provocó la muerte de al menos 52 personas, según datos oficiales.
Los empresarios del sector hotelero y restaurantero, así como aquellos que rentan equipo náutico y hasta aquellos que alquilan motos acuáticas o hinchables de banana, sufren las consecuencias de la falta de turistas.
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Según EFE, en las playas que rodean la costa de Acapulco, las sillas y camastros parecen estar prácticamente vacíos debido a la falta de ocupación de los hoteles. Jorge Laura, un empresario hotelero, afirmó que su compañía ya tiene el 80 por ciento de los cuartos disponibles, aunque hay restricciones en la telefonía y la televisión de paga.
Los residentes de la comunidad Cumbres de Figueroa están trabajando para recuperar sus hogares y techos, así como el bienestar de sus familias, después de dos meses del fenómeno meteorológico que resultó en al menos 32 desaparecidos. Algunas familias dijeron que iban a cenar a pesar del clima.
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