Los visitantes del Panteón San Nicolás en León, Guanajuato, cantaban para despedir a Milagros Monserrat Meza, también conocida como "Mili", dejando su alma herida y un corazón a sufrir. Antes de llegar a su hogar final, sus seres queridos le celebraron una misa para pedir su eterno descanso.
Después de que el ataúd llegó al campo santo, los gritos de justicia por Milagros no se hicieron esperar; algunas mujeres rompieron el silencio y le exigieron a las autoridades que no haya impunidad en el caso que ha conmocionado a todo el contienente, incluso el presidente de El Salvador Nayib Bukele reaccionó ante tal suceso.
La muerte de Milagros fue un feminicidio y las imágenes de su muerte han causado indignación y han calado profundamente en la sociedad. El jueves 10 de agosto, salió temprano de su trabajo en una tienda comercial. Sin embargo, un individuo, quien ya había sido arrestado por las autoridades del estado, la apuñaló en varias ocasiones en público para causarle la muerte.
En una entrevista con N+, la madre de la víctima, Ernestina Meza de la Rosa, expresó que Milagros era su hija más pequeña y que era una mujer trabajadora y muy honesta. Además, enfatizó que la información que indica que el acusado de feminicidio era su compañero sentimental es errónea, ya que ella no tenía pareja en ese momento.
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