La Secretaría de Relaciones Exteriores de México, liderada por Alicia Bárcena, ha negado la solicitud del Gobierno de Ecuador para ingresar a la embajada mexicana en Quito con el fin de arrestar a Jorge Glas, ex Vicepresidente de Ecuador, argumentando que tal acción constituiría una violación de la inmunidad diplomática.
Este rechazo se produce tras la petición oficial de Ecuador, que busca capturar a Glas, quien se encuentra refugiado en la embajada desde diciembre, esperando una respuesta a su solicitud de asilo.
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“Violentar la inmunidad diplomática de nuestra embajada sería inaceptable. Nuestras embajadas son territorios de inmunidad diplomática crucial”, afirmó Bárcena en una entrevista radiofónica.
La canciller mexicana calificó la propuesta ecuatoriana de entrar en la embajada para detener a Glas como un despropósito, asegurando que tal precedente nunca se establecería.
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Ecuador había solicitado formalmente a la embajadora de México en Ecuador, Raquel Serur, autorización para que su policía ingresara a la misión diplomática y ejecutara la orden de captura emitida por la Corte Nacional de Justicia de Ecuador contra Glas.
Gabriela Sommerfeld, ministra de Relaciones Exteriores de Ecuador, había advertido previamente que si México otorgaba asilo a Glas, Ecuador no facilitaría un salvoconducto para su salida del país sin enfrentar arresto.
Acerca de la solicitud de asilo de Glas, Bárcena indicó que México aún está evaluando la petición y no ha tomado una decisión definitiva. La canciller destacó la tradición mexicana de brindar refugio a aquellos que huyen de persecuciones políticas, subrayando la importancia de discernir entre acusaciones políticas y delitos legales, incluida la corrupción.
Jorge Glas, quien afirma ser inocente y considerarse víctima de persecución política mediante 'lawfare', enfrenta cargos por presunto peculado relacionados con irregularidades en contratos durante la reconstrucción de Manabí después del terremoto de 2016.
Tras cumplir condenas por cohecho y asociación ilícita, Glas había sido liberado en 2022, antes de ser nuevamente procesado y refugiarse en la embajada mexicana en Quito.
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