Claudia Sheinbaum Pardo, la primera mujer en asumir la presidencia de México, vestirá un traje con profundo significado cultural durante la ceremonia de su toma de posesión.
El vestido, de color marfil, ha sido cuidadosamente elaborado por la artesana Claudia Vásquez Aquino, originaria de Santa María Xadani, Oaxaca. Vásquez Aquino es reconocida por su trabajo con técnicas ancestrales como el bordado a mano y el tejido con ganchillo, muy representativas de la tradición textil del Istmo de Tehuantepec.
Un tributo a las raíces mexicanas
El diseño del vestido destaca por su enfoque en preservar y honrar las tradiciones mexicanas. Cada detalle ha sido hecho a mano, desde los trazos hasta los bordados, lo que refleja la maestría y el talento de las artesanas mexicanas.
Con este atuendo, Sheinbaum busca rendir homenaje a las raíces indígenas de México y al papel fundamental que las mujeres artesanas juegan en la preservación de la identidad cultural del país.
El simbolismo detrás del vestido presidencial
El vestido no solo será un símbolo de estilo, sino también una representación del compromiso de Sheinbaum con la diversidad cultural y el respeto hacia las comunidades indígenas.
La elección de un diseño hecho por manos artesanas resalta la importancia de valorar y promover el arte tradicional mexicano en un evento histórico como la toma de posesión de la primera mujer presidenta de México.
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