El Gabinete de Seguridad de México confirmó el traslado de 29 criminales de alto perfil a Estados Unidos, incluyendo a Rafael Caro Quintero, en un acto de seguridad nacional sin precedentes.
El fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, aclaró que no se trató de un proceso de extradición, sino de una entrega directa fundamentada en el artículo 5 de la Ley de Seguridad Nacional y el artículo 89 de la Constitución.
Esta acción responde a una solicitud de Washington basada en los delitos cometidos por estos individuos en territorio estadounidense, explicó el fiscal.
Razones del traslado
El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, detalló que los detenidos eran requeridos en Estados Unidos por delitos como delincuencia organizada, tráfico de drogas, homicidio, tráfico de armas y secuestro.
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García Harfuch explicó que la decisión se tomó ante el riesgo de que algunos de los reclusos fueran liberados o de que sus procesos de extradición se retrasaran debido a acuerdos con jueces.
Por ello, el Gabinete de Seguridad optó por esta acción, en coordinación con la Fiscalía General de la República (FGR).
¿Pena de muerte para algunos extraditados?
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha señalado que seis de los 29 extraditados podrían enfrentar la pena de muerte.
Sin embargo, Gertz Manero enfatizó que las sentencias son determinadas por los jueces, no por los gobiernos.
Este operativo refuerza la cooperación entre México y Estados Unidos en la lucha contra el crimen organizado, al tiempo que evita que estos individuos representen una amenaza para la seguridad del país.
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