Las obras programadas para el inicio del Tramo 7 del Tren Maya, que comprende 287 kilómetros de la ruta Bacalar-Calakmul-Escárcega podrían adelantarse a lo proyectado si las obras actuales que ejecutan las Fuerzas Armadas terminan antes de lo programado, expresó José Roberto Sánchez Castillo, enlace territorial de Fonatur Tren Maya, proyecto que tendrá una inversión de 161 mil millones de pesos.
El Tramo 7, asignado de manera directa a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) con el objetivo de evitar trámites burocráticos que alarguen el proceso de edificación del proyecto ferroviario y tener un ahorro de hasta el 20 por ciento del costo en los tramos finales del Tren Maya, podría adelantarse en su construcción uno o dos meses antes de lo programado.
“Esto se debe a que actualmente están trabajando en las obras del aeropuerto de Santa Lucía y de la refinería, pero se podría hacer un ajuste de su personal para iniciar trabajos acá”, explicó el funcionario.
Pese a que aún no se tiene definido el trazo final que marcará el Tramo 7, debido a diferentes factores en los que ya se esta trabajando a través de una mesa intersectorial conformada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y el propio Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), éste podría concluirse a la brevedad.
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Entre los principales factores que han obligado a la rectificación del trazo se encuentran los diferentes análisis ambientales, económicos y jurídicos, explicó el funcionario, por ello la justificación de la mesa intersectorial para poder realizar los estudios pertinentes y poder tomar la mejor definición del tramo.
Entre las consideraciones expuestas se encuentran las de la carretera Escárcega-Chetumal, en donde las rectificaciones se han modificado con base en los hallazgos arqueológicos o cuestiones ambientales como la Cueva de los Murciélagos, lugar en el que pretenden minimizar el impacto ante la vulnerabilidad del lugar y la importancia que tiene para el ecosistema de la zona, además de ser el más difícil por las condiciones del terreno, en donde hay una fuerte cantidad de vados y montes pequeños que dificultan el avance de la obra.
Sin embargo, Sánchez Castillo aseguró que por ello se establecieron los estudios de impacto ambiental y se esta trabajando en las líneas ya establecidas, como es el trazo de las torres de luz eléctrica y carretero.
En diciembre del año pasado, Rogelio Jiménez Pons, director general de Fonatur, aseguró que ante lo accidentado del terreno que marca el trazo 7 del Ten Maya, es un acierto que la Sedena sea la encargada de las obras. “Allí nos pueden ayudar bastante, porque son eficientes (las Fuerzas Armadas) y, sobre todo, resultan mucho más económicas muchas decisiones con ellos” y enfatizó que aún no se define si el tramo tendrá dos o tres túneles y varios puentes, aunque estos últimos serían pequeños por lo ondulado del terreno.
CG