Por Jesús Peraza Menéndez
Cuándo, para quiénes y dónde construir las vías para cambiar la historia
Las sociedades ancestrales maya, náhuatl, zapotecas, mixtecas, son sobrevivientes que entremezclan su constitución con la clase trabajadora, en Yucatán, por ejemplo, son el principal componente de la población asalariada, se enfrentan a buscar los mecanismos de sobrevivencia como cultura con las necesidades de subsistema en un sistema capitalista industrial de mercado.
Son población involucrada en los planes de gobierno de AMLO, como las obras de transporte e infraestructura en la transición conservadora que responde a los interese monopólicos de las empresas mundiales. “Nos dividirán dice Marcos-Galeano” tanto geográficamente, pues destruirán ecosistemas con comunidades, y políticamente”. Además agrega otra amenaza sistémica: “son para frenar a los nómadas laborales nacionales y de otros países del mundo que atraviesan el país para llegar a los Estados Unidos ¿se quedarán en México?”. Es una alerta fundada sin plan.
Los trenes son transporte del saqueo, claro, pero también de la revolución: en México, Villa, Zapata; en Rusia, Trotsky, fue lo que reconstruyó apenas ganaron la Revolución y en Estados Unidos la historia sería otra sin trenes que construyeron con trabajo esclavo terrible, dominado por un solo propietario. La arenga de Galeano-Marcos es alerta de peligro. Lo que venga “será peor”. Es no sólo escepticismo sino catastrofismo histórico. Los morenos creen que Marcos-Galeano es salinista por estas posiciones y, los marquistas-galeanistas creen que AMLO es el encargado de la continuidad de Carlos Salinas, la pacífica y controlada consolidación del modelo neoliberal.
Lo legitiman 30 millones de votos, es el 53% de la votación total, le da la manifiesta disposición de ciudadanos que no tienen más recursos que su voto que ejercieron pese a las presiones de los medios electrónicos que se sobrepusieron a todos los mecanismos de imposición y fraude.
En Yucatán, en México, los trenes nos conectaron con un sistema de transporte eficiente que cruzó el país y articuló regiones. De hecho se perdió calidad de vida cuando este sistema de transporte fue suspendido y sometieron a la población al transporte de carga y de pasajeros particular que se convirtió en monopolio que chupa parte importante de los ingresos de los trabajadores y ahora viene una nueva alza del transporte metropolitano en Mérida. En Yucatán la producción henequenera abarcó en algún momento 2 millones de hectáreas, y la producción de alimentos y henequén se movió en su mejor época en tren. Mi abuelo, en Mérida, daba alojamiento a los mayas que venían de los pueblos con su producción a distribuirla directamente en carricoches tirados por mulas y apoyaban el consumo de los urbano-metropolitanos que producían otra parte del alimento en los traspatios con la tradición del huerto familiar maya.
El tren interístmico, la energía solar, eólica (en algunas parte mar adentro que no afecte vías de viaje de parvadas o ecosistemas) son ventajas ecosistémicas frente al depredador avance, peinaron los bosques hasta reducirlos a reservas bajo la terrible presión de la expansión minera, petrolera, biopiratería, urbana. La zona metropolitana de Mérida es la evidencia de la destrucción ecológica-humana con progreso urbano. Miseria e incomunicación con transporte caro monopolio de corporativos nacionales, regionales y trasnacionales. Así el esperado tren de Macondo con Gabriel García Márquez para no quitar romanticismo.
La cuestión es simple, todo el plan de transporte, el tren, debe considerar las indispensables necesidades de las trabajadoras y los trabajadores para mejorar calidad de vida, ingresos económicos suficientes y transporte digno y accesible para personas y mercancías, que incluya al turismo y no lo focalice como la “fórmula única” y, claro, con la restitución del ecosistema no de frutales, como dice Alfonso Romo, sino con bosque tropical como dicen los mayas.
Las comerciantes y adelitas en el tren de la Revolución, El tren en que vivió para la defensa de la revolución León Trotsky, Lenin conversa con Trotsky en este imprescindible tren. Tren en Yucatán.