Alvaro Cepeda NeriPrólogo Político
I.- Para poner a prueba a nuestra todavía incipiente democracia, cada vez que tiene la ocurrencia de salir a escena, el ex priísta y ahora panista Vicente Fox Quezada –distribuidor cocalero a quien Zedillo hizo candidato presidencial y luego presidente de la República–, sale con sus burradas usando palabrotas en sus desafortunadas frases, como lo acaba de hacer para festejar al PAN, soltando su “le daremos en la madre a la Cuarta Transformación”. Ha sido siempre un bufón y caricatura de político en lo que suele presentarse. Llamó a las mujeres: “lavadoras de dos patas”; y así por el estilo suelta sus babosadas este remedo de individuo rústico, ignorante, zafio y grosero. No critica al actual Presidente de la República, sino que lo ataca rabiosamente creyendo así que da en el clavo; y lo que sucede es que se sigue exhibiendo como el panista oportunista que es. El y su entonces “primera dama” (la Sahagún quiso ser candidata presidencial), fueron una pareja que vivieron seis años como reyecitos en Los Pinos; con el protagonismo de los hijos e hijastros de él y de ella.
II.- “Chente” fue un presidente del montón, ejemplo del fanfarrón que aunque millonario, se puso furioso cuando López Obrador canceló las jubilaciones que se otorgaban a los ex presidentes; salvo a Zedillo, quien se adelantó a renunciar a ella y le dio la idea al tabasqueño. Siendo el único ex presidente que mejor se fue del país como asesor de dos empresas que privatizó, es dizque profesor en una universidad estadounidense y dejó a sus hijos económicamente bien. Fox, pues, en cuanto tiene la oportunidad –y si no la tiene la busca–, da rienda suelta a su lengua y “lenguaje carretonero”; como lo acaba de hacer para irse a mordidas contra López Obrador. Porque como no tiene argumentos y siendo un ignorante, suelta sus idioteces para injuriar, desde su hacienda-museo (la que reconstruyó usando soldados, en un claro abuso del poder). Según él y los panistas que lo siguen, va a enfrentarse al programa político-económico de López Obrador, muy a su estilo de usar palabrotas en frases que son tan huecas como él mismo.
III.- El guanajuatense fue, pues, un mal presidente que ante la caída priísta, en mala hora supuso Zedillo que resultaría la “quinta maravilla”, pero realmente fue de los que rebuznan. Si los sexenios de Salinas y Zedillo –que mucho tuvieron que ver con el homicidio de Colosio– fueron de lo peor, con Fox-Calderón el país derivó en el desastre que terminó de empeorar Peña, para dejar una terrible putrefacción de corrupción. Ahora reaparece Fox con sus insultos, tal cual es: un patán. Los del PAN –como el PRI, aunque un poco menos–, están en su agonía como partido, y por eso recurren a Fox. Y con eso reafirman su decadencia política. Y salió Fox Quesada con su parloteo, ya que sin bozal suelta la lengua escupiendo vilezas. Habiendo tantos frentes para criticar, así sólo demuestra que está descerebrado. Y si los panistas lo siguen usando, tras perder a la otra fichita que es Calderón, ya pueden ir pensando que no tienen otra opción que prepararse a bien morir.
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