Opinión

3 de diciembre, Día de la Medicina Latinoamericana

Dr. Manuel R. Cordoví Gutiérrez

“Ayudar al que lo necesita no sólo es parte del deber, sino de la felicidad”.José Martí

En conmemoración del natalicio del sabio cubano Carlos J. Finlay, descubridor del agente transmisor de la fiebre amarilla, quien nació el 3 de diciembre de 1833 en Camaguey, Cuba, se celebra en algunos de los países latinoamericanos el Día de la Medicina Latinoamericana.

Los antecedentes históricos de esta efeméride datan desde que en el acta de la sesión de la Junta de Gobierno de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, del 12 de diciembre de 1932, consta la proposición de crear una comisión que se encargara de los preparativos para conmemorar al siguiente año el centenario del natalicio del Dr. Carlos J. Finlay (1833-1915).

En la referida acta también consta la propuesta del entonces joven médico Horacio Abascal Vera de que cómo una forma de perpetuar tan importante fecha, una vez transcurrido el día 3 de diciembre de ese año, se realizaran las gestiones pertinentes para constituir la misma en el “Día de la Medicina Americana”, y no desapareciera de la historia una efeméride tan gloriosa.

La sugerencia del doctor Abascal prosperó meses después, durante la celebración del IV Congreso de la Asociación Médica Panamericana, entre el 21 y 25 de marzo de 1933 en Dallas, Texas, Estados Unidos de América, cuando como conclusión de su ponencia presentada en dicho evento bajo el título “Finlay, panamericanismo y día de la medicina americana”, proponía justamente la conmemoración solemne del 3 de diciembre -año del centenario del natalicio del científico cubano-, la instauración de la fecha como el “Día de la Medicina Americana” con carácter permanente. La proposición tuvo una acogida muy favorable por parte de los representantes de los países allí reunidos, quienes la aprobaron por unanimidad.

Desde 1933, por iniciativa del doctor Abascal, se conmemoró anualmente por cerca de 30 años la trascendental efeméride del 3 de diciembre como el “Día de la Medicina Americana”, fecha del aniversario del natalicio del científico cubano Carlos J. Finlay, tal y como se había acordado en el referido Congreso de la Asociación Médica Panamericana.

Permítannos entonces brindarles una pequeña reseña de quién fue el Dr. Carlos Juan Finlay.

Hijo de un médico inglés residente en Cuba que había luchado junto a Simón Bolívar y de madre española, nace un 3 de diciembre de 1833 Carlos Juan Finlay. Sus primeros años residió en La Habana; a la edad de once años lo envían a estudiar a Le Havre, Francia, para completar su educación, de allí se va Londres por un período de dos años y posteriormente regresa a Cuba.

Al no reconocer La Universidad de La Habana sus grados académicos europeos, cursa estudios profesionales en el Jefferson Medical College en Philadelphia, Pennsylvania. Regresa a La Habana y en 1857 comenzó a realizar prácticas de oftalmología, posteriormente estudió en París entre 1860-1861. En octubre de 1865 se casó con Adela Shine, una nativa de la Isla de Trinidad, con la cual tuvo tres hijos: Charles, George y Frank.

Durante el desarrollo de su carrera profesional fue el primero, en 1881, en proponer la teoría del mosquito como agente transmisor de enfermedades, actualmente conocido como el vector causante de la fiebre amarilla. Presentó su teoría en 1881 en la International Sanitary Conference, donde no fue bien acogida la misma. Un año más tarde Finlay identificó al mosquito del género Aedes como el organismo transmisor de la fiebre amarilla. Su teoría y recomendaciones del control de la población del mosquito fueron implementadas y fue así como pudo controlarse la diseminación de la enfermedad en Cuba.

Su hipótesis y sus pruebas exhaustivas fueron confirmadas 20 años después, por la Walter Reed Commission de 1900. El Dr. Reed recibió muchos créditos y elogios en los libros de historia, pero Reed siempre dio el crédito por el descubrimiento del vector de la fiebre amarilla al Dr. Finlay, citándole frecuentemente en sus artículos y en su correspondencia lo denominaba como el descubridor.

En el período comprendido de 1902 a 1909, el Dr. Finlay llegó a ser el titular de la Oficina de Salud de Cuba y recibió la Orden Nacional de la Legión de Honor de Francia en 1908.

El descubrimiento de Finlay contribuyó a reducir la incidencia y prevalencia de la enfermedad transmitida por el mosquito en Panamá durante la campaña americana de la construcción del Canal. Anterior a ello, cerca del 10% de la fuerza de trabajo que laboraba en el canal moría cada año de la malaria y la fiebre amarilla.

Como resultado de sus investigaciones y arduos trabajos científicos Finlay fue nominado en siete ocasiones para el premio Nobel en Fisiología y Medicina, sin habérsele otorgado nunca dicho premio.

En su casa en La Habana el 20 de agosto de 1915, muere Finlay de un ataque cerebral, originado por severas convulsiones. (www.uvs.sld.cu/diciembre-3de-1933)

En la actualidad, cada 3 de diciembre varios países de Nuestra América celebran la efeméride y homenajean a los trabajadores de la salud, que de diferentes maneras dedican su esfuerzo a las disímiles labores de prevención, preservación y el restablecimiento de la salud.

Esta es la razón por la que celebramos en esta fecha el “Día de la Medicina Latinoamericana y del Trabajador de la Salud”.

“El deber de un hombre está allí donde es más útil”. José Martí.