Opinión

¿Qué pasa en Guatemala?

Michael Vázquez Montes de OcaEconomía Popular

Alejandro Giammattei ha jurado el cargo como presidente, el noveno electo en las urnas desde el fin de las dictaduras militares en 1985. Anunció que sus mejores esfuerzos estarán dirigidos a erradicar las “peores lacras”: la desnutrición infantil y la corrupción, así como que buscará la recuperación de la institucionalidad.

Divulgó una iniciativa de ley para declarar “terroristas” a los pandilleros juveniles y pidió a sus homólogos del triángulo norte de Centroamérica unirse a su propuesta. También prometió enfrentar eficazmente a los criminales e informó de programas de educación y empleo para eliminarlos como causa posible, la dignificación de la mujer, disminuir la migración y una lucha efectiva en pro de los pueblos originarios, para terminar con la discriminación.

Presentó la guía que abrirá el camino para un “estado responsable, eficiente y transparente”: Economía, competitividad y prosperidad; Desarrollo social; Gobernabilidad y seguridad en desarrollo; Estado responsable, transparente y efectivo y Relaciones con el mundo, son los cinco pilares de la Política General de Gobierno –PGG–, a cumplir entre 2020 y 2024.

El primero incluye estrategias para impulsar inversiones, generación de condiciones para un clima de negocios; refleja la relación del crecimiento para la creación de ocupaciones, con la diversificación de la inversión y los sectores productivos, una distribución más equitativa y una producción ambientalmente sostenible, que acelerará la tasa de crecimiento, a través del incremento de las exportaciones; las micro, pequeñas y medianas empresas y el turismo sostenible; con estabilidad macroeconómica, una infraestructura estratégica adecuada y finanzas públicas equilibradas.

En desarrollo social aborda la igualdad de posibilidades y la dotación de capacidades, a través de la educación, salud y una vivienda digna, que incluyen alimentación, nutrición y transferencias monetarias condicionadas, mediante la implementación de programas subsidiarios y de asistencia con criterios de temporalidad.

La tercera columna tiene que ver con la gobernabilidad y seguridad, para una convivencia en paz y armonía; entre las metas está contar con una institucionalidad que amplíe la cobertura y la atención ciudadana en temas de seguridad y relativos a la justicia, pues uno de los grandes problemas se concentra en lograr una disminución sustantiva de la impunidad.

El cuarto eje: estado responsable, transparente y efectivo busca mejorar los índices de gestión pública por medio de una trasformación profunda y el quinto concibe impulsar políticas que permitan aprovechar el adelanto de otras naciones y fomentar el interés de turistas.

Antes de continuar, resulta conveniente exponer la situación desde mediados del siglo pasado.

En 1950 llegó al poder Jacobo Arbenz Guzmán, apoyado por varios partidos y respaldado por obreros, campesinos, maestros y estudiantes. Atacó los monopolios norteamericanos desde el inicio de su administración y promulgó una reforma agraria e inició la construcción de la carretera al Atlántico y del puerto «Santo Tomás de Castilla» y los estudios para una planta de generación eléctrica, para competir con los monopolios norteamericanos. Al comienzo de su administración, el 76% de los habitantes poseían menos del 10% de las tierras y un 2.2% tenía el 70%; la United Fruit Company era dueña de más del 50% de las cultivables y los monopolios norteamericanos se dedicaban al transporte de carga por ferrocarril y vapores, la generación eléctrica, teléfonos y telégrafos, no pagaban ningún tipo de impuesto.

La United Fruit Company se vio amenazada por la reforma agraria y la CIA organizó el entrenamiento y financiación de un ejército paramilitar, que dio un golpe de estado, derrocándolo en 1954 y asumió el Coronel Carlos Castillo Armas, que derogó la reforma agraria inmediatamente y emprendió un período de intensa persecución política; se anularon derechos adquiridos y se completó un cuerpo de leyes anticomunistas, que entre otros facultó expatriar o impedir el ingreso al país, por cinco años, a los que se habían asilado o exiliado por razones políticas.

Le sucedió el general Miguel Idígoras Fuentes en 1958, con una democracia aparente e iniciador de una cultura de corrupción que se ha mantenido incrustada hasta ahora. En 1960, un grupo de oficiales militares intentó derrocarlo, pero las fuerzas de seguridad estatal tomaron medidas efectivas para aplastarlos y desde ese entonces hasta adentrada la década de 1970 la actividad de la guerrilla fue casi nula, limitándose a actos de poca trascendencia y en 1996 se firmaron los acuerdos de paz.

Ya en el Siglo XXI, contó con una política económica relativamente estable, que la posiciona como la décima a nivel latinoamericano y la primera en América Central, pero la pobreza y desigualdad de ingresos siguen siendo altos, así como la corrupción y el crimen. La diferencia aumenta; una evaluación del 2018 identificó que tres millones de personas (19% del total de sus habitantes) sufren inseguridad alimentaria, la desnutrición crónica afecta al 46.5% de sus niños (el de mayor incidencia de América Latina y el Caribe) y el retraso en el crecimiento es a un ritmo que tardará 73 años en llegar al nivel de Costa Rica; más de la mitad cocina con leña, un 37% no tiene saneamiento y un 61% tampoco un grifo de agua potable dentro de la vivienda, la inversión para erradicar el hambre y la sanidad es insuficiente (apenas destina un 2.2% del PIB a salud, muy por debajo del 6% mínimo que recomienda la OMS, y además lo hace mal).

Con el objetivo de abrir espacios para cerrar la brecha de inversión que ayude a impulsar infraestructuras, creación de oportunidades en ciudades intermedias y protección fronteriza, el Ministerio de Economía y la Corporación Internacional de Finanzas para el Desarrollo de los Estados Unidos –DFC– suscribieron el Plan de Estímulo, que pondrá a disposición un fondo de apoyo hasta por US$1 mil millones, que se movilizarán durante los próximos tres años para proyectos elegibles, con la posibilidad de apoyo adicional si la capacidad de financiación está disponible. Se podrá utilizar en energía, vivienda e instalaciones sociales, de salud y educación, así como en la agroindustria, cadenas de valor que incorporan pequeñas y medianas empresas, empoderamiento de las mujeres, actividades de fabricación ligera y la modernización de puertos y aeropuertos, tecnología e innovación, lo que aumenta la dependencia de Norteamérica.

Sus recursos se basan en la generación de energía, las industrias petrolera y textil y la agricultura, El 40% de sus exportaciones se dirige al mercado estadounidense, es el mayor exportador mundial de cardamomo, el quinto de azúcar y el séptimo productor de café; el banano y petróleo también son significativos y del propio mercado proviene el 35% de las importaciones, entre las que figuran materias primas, materiales de construcción, combustibles, bienes de consumo y bienes de capital; el turismo es el segundo generador de divisas, que ha florecido vertiginosamente gracias a concesiones a empresas trasnacionales.

Las remesas, que sobrepasan los US$4 mil millones, son la principal fuente de ingresos en moneda extranjera, aproximadamente el 10% de su población vive en Estados Unidos y de ellas dependen unos tres millones y medio de personas que viven en Guatemala.

El presidente considera que la solución es la creación de “un muro de prosperidad”, con la puesta en marcha de acciones inmediatas que permitan recuperar la credibilidad de los inversionistas extranjeros, entre las que se destacan el libre paso de mercancías y personas con Honduras y El Salvador, la presentación del reglamento para la puesta en marcha de Champerico, la creación de una zona franca más grande en el límite con México, la instalación de una especial cercana a Honduras, un banco de inversión y el impulso de proyectos agrícolas, salud y educación; mostrando interés en poner en marcha un plan similar al que promueve el país azteca para Centroamérica.

Migrar no es una decisión fácil y aunque los beneficios de mejores condiciones de vida en el lugar de destino lo hacen lo atractivo, sus costos son enormes. Mudarse a una cultura e idioma diferentes implica un gran sacrificio que se viene acrecentando por la violencia, criminalidad y mayor control.

La emigración desde El Salvador, Guatemala y Honduras hacia Estados Unidos, que sobrepasa a México como principal origen de los detenidos, en el último año ascendió a más de 800 mil personas (más de tres millones viven en Norteamérica, un 60% de ellos en forma irregular).

Columnas de guatemaltecos avanzan hacia Estados Unidos, lo que ha provocado tensión en las relaciones, llegando el éxodo a cifras récords y probablemente continúe. Una mayor inversión pública y privada, acompañada por un proceso de combate efectivo a la violencia, permitirían dinamizar el sector productivo local y disminuirlas.

Entre los retos se encuentra la carencia de un plan de trabajo definido y se habla de la pobreza como uno de los grandes dilemas, pero no se habla del empobrecimiento que no es más que una acción política que deja de lado a grandes sectores.

El gran desafío será desmantelar los aparatos mafiosos que se han apoderado del Estado, pues mientras permanezcan intactos, nada cambiará y de no haber un cambio drástico en forma rápida, afrontará un clima de gran agitación e ingobernabilidad.

Algunos analistas consideran que sin dejar de lado las evidentes dificultades, significa un respiro y un mensaje de optimismo, pero, como una muestra de la dependencia que tiene de los Estados Unidos, Giammattei divulgó que cerrará de forma definitiva la embajada en Venezuela, lo cual se dio a conocer al concluir una reunión con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA). Esta postura muestra la línea dura de derecha a la que responde y su alineación con las posturas injerencistas estadounidenses y de otros gobiernos lacayos.

Se verá el avance de los acontecimientos.