Por Ricardo Monreal Ávila
Los ojos del mundo han estado puestos en los resultados de la elección presidencial en los Estados Unidos de América, contienda única, por la amplia participación ciudadana, por el tiempo para contar los votos y por la fotografía de la diversidad de la sociedad y las decisiones que se debieron tomar antes de los comicios.
Ocho tendencias en el voto capturan el carácter único de esta elección:
1. Con todo y pandemia, la gente votó. A pesar de la crisis sanitaria, se trata de la elección con la mayor participación de votantes desde 1900: un 66.9 por ciento, es decir, 150 millones de estadounidenses. Más de 100 millones de esos sufragios fueron emitidos de manera anticipada, y 65.4 millones se enviaron por correo, aproximadamente lo doble de 2016.
2. Diferencias de voto entre grupos. Mediante las encuestas se pueden identificar diferencias importantes entre grupos poblacionales que con cada elección se ajustan y van evidenciando la diversidad de preferencias: votantes con ingresos menores a 99 mil dólares representaron 66% del electorado. Y las personas que votaron por primera vez (13% del electorado) se orientaron más por Biden, así como las mujeres y la comunidad LGBTI+.
La participación de votantes jóvenes aumentó en un 8 por ciento, comparado con 2016.
3. Reducción de barreras para el voto. Líderes de minorías lucharon por que las voces de votantes elegibles pudieran ser escuchadas. En Georgia, mediante la organización Fair Fight, se lograron registrar más de 800 mil residentes.
4. Los votos latinos. Quedó clara la importancia de la participación de la población latina. Según proyecciones del Pew Research Center, representaría el grupo minoritario o racial más grande del electorado, con poco más del 13 por ciento, superando por primera vez al afroamericano.
5. Más allá del partido. Hubo diferencias importantes entre los temas de mayor impacto al decidir el voto para presidente. Entre demócratas, los más relevantes fueron inequidad racial, manejo de la pandemia y política de salud, y para las y los republicanos fueron economía, crimen y seguridad, y política de salud.
6. Todo pasa por lo local. Las decisiones que emanan de las preguntas de consulta que se incluyen en las boletas evidencian la evolución en las dinámicas sociales y de cambio que se avecinan: en Arizona, Nueva Jersey, Montana y Dakota del Sur se votó a favor de legalizar la marihuana recreativa; Oregón despenalizó pequeñas cantidades de drogas. En California se incluyeron preguntas sobre restablecer o no la acción afirmativa, y permitir el voto para quienes están en libertad condicional; mientras que en Luisiana y Colorado fueron sobre el aborto.
7. Una carrera alternativa en el Congreso. Continúa la contienda entre los partidos Republicano y Demócrata por controlar el Senado, y la atención en los dos asientos de Georgia, en donde ningún aspirante logró el 50 por ciento. Se dio una batalla por la diversidad: Sarah McBride, de Delaware, es la primera senadora transexual en la historia del país, y Cori Bush, la primera mujer negra en representar a Misuri en el Congreso.
8. Las reglas del juego. El sistema electoral en EU es complejo y distinto del de México. Cada estado tiene reglas específicas para emitir votos por correo y anticipados.
México está listo para colaborar con EU y sus mandatarios, en un marco de respeto a los procesos internos y a la autodeterminación de los pueblos, consciente de la interdependencia de nuestras sociedades y de que nuestros caminos hacia la prosperidad están íntimamente ligados.
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