Opinión

La crisis de las pensiones en México

El esquema del pago de pensiones es un tema candente tanto en México como en el resto del mundo.

En nuestro país se anunció que la SCJN apenas resolvió una contradicción de tesis que había entre tribunales federales relativa al tope máximo de pago para pensionados.

Ello disminuirá por ahora la carga fiscal que las pensiones representan para el erario, llegando a equipararse en estos momentos a un 3.5% del PIB. Cabe señalar que este porcentaje ha ido notoriamente en aumento desde el 2014, y ciertamente seguirá esa tendencia hasta el 2030 (2035 según otras diversas estimaciones).

La SCJN publicó la siguiente jurisprudencia: “Es jurídicamente inaceptable (aplicar el tope de 25 salarios), en virtud de que el financiamiento del régimen de pensión anterior y el nuevo son distintos, motivo por el cual, a cada uno se debe aplicar la normativa correspondiente a su esquema pensionario”. En otras palabras, para la mayoría de los casos el máximo sería de 10 salarios mínimos que aplicará a los litigios en los que se reclamen los 25 salarios mínimos como tope del salario base para calcular la pensión del interesado.

¿Culpables?

En todo este embrollo, falta aclarar quién y en qué momento dio pie a la iniciativa de pagar como tope de pensión 10 salarios mínimos y no 25.

• La SCJN al dictar la jurisprudencia. Se trata de un poder autónomo del Ejecutivo, y la mayor parte de los ministros no han sido nombrados en este sexenio.

• Diferentes tribunales federales. Los cuales diferían en el monto de salarios mínimos para que los ciudadanos, después de trabajar toda una vida, pudieran jubilarse.

• Un sistema de pensiones que está haciendo agua en México y en el resto del mundo. Recordemos las manifestaciones en Francia, parte de ellas es por cómo se están manejando las pensiones en dicho país.

• Las administraciones pasadas, en parte, aunque valdría señalar que todas trataron de enfrentar este monstruo en su momento (ciertamente desde la administración de Ernesto Zedillo), pero con medidas no lo suficientemente correctivas.

• La tasa de natalidad. Lo cual significa que habrá menos trabajadores para sostener a un mayor número de personas, quienes estarán pensionadas.

• Los legisladores que modificaron el esquema de pensiones en 1997, cuando que se requería una reforma más completa e integral.

• Los legisladores actuales, que no saben bien a bien el problemón que significan las pensiones y tampoco tienen muy claro qué deben realizar.

• Todos los subsistemas de pensiones que coexisten, como los ofrecidos por universidades autónomas, empresas del gobierno (Pemex, CFE), entidades federales (Banobras hasta 2006, IMSS hasta 1997), etc.

¿Qué dice el IMSS?

• El IMSS (esta administración y las pasadas) no ha logrado establecer con claridad las tendencias y vertientes de lo que sucede. Está circulando la siguiente posición del IMSS:

“El IMSS aclara que la reciente jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación no altera el mecanismo de cálculo para el pago de pensiones a los trabajadores, por lo que están garantizados los derechos de todos los pensionados.

-Los 3.1 millones de trabajadores retirados continuarán recibiendo su pensión de manera puntual

-El IMSS continuará utilizando el tope de 25 salarios mínimos para el cálculo de las pensiones, como lo establece la Ley de 1997

-El tope de los 10 salarios mínimos aplicó únicamente a quienes se pensionaron entre 1973 y 1997, conforme a la Ley del Seguro Social.”

Así, el IMSS da a conocer que no tiene contemplado modificar en forma alguna la manera en la que calcula y/o paga las pensiones que por derecho le corresponden a los trabajadores.

Finalmente y para complementar la nota del IMSS, me parece importante recalcar que para las personas que tienen derecho a la Ley de 1973, las que comenzaron a cotizar antes del 1 de julio de 1997; es decir, las que están en la transición, y que coticen arriba de 10 veces el salario mínimo, tendrán derecho a que su pensión sea calculada con su salario de cotización correspondiente considerando el tope máximo de 25 veces de salario mínimo.

¿Qué se puede hacer?

Diversos gobiernos de todo el mundo es lo que se cuestionan. Es imposible dejar a sus ciudadanos, quienes han trabajado con una pensión mucho menor y tampoco es posible aumentarla por falta de efectivo para cubrir las mismas.

Medidas necesarias y de cierta forma se han tenido que implementar para tratar de paliar un poco la situación. Así, diversos programas han tenido ajustes y recortes para con esos ahorros ir pagando las pensiones a medida que van siendo necesarias.

En otros casos, se ha aumentado la edad de retiro, para con ello ganar un poco de tiempo/dinero para poder solventar las obligaciones de pensiones con ese grupo de ciudadanos.

Unos más han ido terminando con todos los subsistemas de pensiones que ofrecen beneficios imposibles de sostener en el tiempo.

Pero en cualquier caso es importante dar certeza del mínimo que podrá pagar el gobierno dadas las condiciones actuales, así como no culpar a las administraciones pasadas, sino tan sólo afrontar un problema que ha ido creciendo con el tiempo y que ya no resiste el seguir “pateándolo hacia adelante”.

Fundamental también es crear una verdadera cultura de ahorro (imposible en muchos casos, dada la economía familiar y nacional); insistir en la necesidad de ahorrar para el futuro. Adicionalmente, crear incentivos reales para disminuir la economía informal y fortalecer la economía formal, aquella que paga impuestos y servicios al gobierno y ahorra (por ley, vía afores) para su futuro.

Finalmente, tener un sistema de salud que de verdad funcione y pueda otorgar a los pensionados todos los servicios y medicinas que requieran. En este mismo rubro, iniciar una campaña intensa de reducción de peso y prevención de las enfermedades silenciosas (diabetes, presión alta, fallas renales) que significan un altísimo costo al sistema de salud.

Se debe dejar de culpar al pasado, disminuir programas electoreros o sin resultados fehacientes y redistribuir dicho dinero a las pensiones. De otra manera, todos los mexicanos, más allá del humor negro, tendremos que seguir trabajando cinco años después de nuestra muerte para poder cobrar una pensión apenas suficiente.

(SDP Noticias)