Opinión

Ricardo Andrade Jardí

La necedad de servir a unos y olvidar a los demás, podría ser la definición de la 4 T en el conflicto de la cervecera transnacional que pretende saquear y secar a Mexicali en su irracional producción de cerveza.

El asunto no es nuevo ni es sólo achacable al gobierno “progresista” de MORENA. Pero no podemos dejar de ver que frente al derecho a una vida digna, el gobierno de “primero los pobres” ha jugado un lamentable papel en favor de la extractivista cervecera que pretende utilizar el agua del desértico valle de Mexicali en Baja California. No hay justificación alguna.

Las oposiciones al saqueo y la resistencia a la imposición de una industria de muerte, como lo es la cervecera Constellation Brands, llevan ya varios años e incluso muchos de los hoy simpatizantes de la cuarta evangelización/progre/ indigenista fueron promotores de la resistencia y lucha, que una parte de la sociedad bajacaliforniana ha llevado a cabo para impedir que la cervecera se robe y contamine el agua de Mexicali y de México. Y así como fueron opositores a la pretensión extractivista de dejar sin agua al valle de Mexicali para beneficio económico de una empresa extrajera, tristes son hoy los silencios de algunos y algunas, y vergonzosos los argumentos de otras y otros para justificar el saqueo, al que ayer como oposición “progresista” se oponían bajo el falaz argumento de “la inversión y el empleo”. Tal vez la lucha por el poder está dialécticamente enfrentada a la lucha por la vida y, una vez en el poder, MORENA se comporta en Mexicali como el PRI de Echeverría, y montan un show mediático, al etilo Fecal/Peña, pero más al gusto de TV Azteca, que al de Televisa, una “consulta ciudadana” para preguntar si los bajacalifornianos renuncian o no a un derecho humano. Y no sólo es la pretendida consulta, sino que en medio de una emergencia sanitaria global, a consecuencia del Covid-19, deciden aún así llevar a cabo dicha farsa fingiendo consultar los días 21 y 22 de marzo del presente año.

Pero pese a eso, el pueblo de Mexicali lo dijo antes y lo dice de nuevo ahora: “Con consulta y sin consulta la cervecera no va”; y no va porque la imposición de esa planta cervecera es contraria al derecho humano al agua, es contraria, pues, al derecho humano de una vida digna.

No hay justificación para avalar el saqueo y defender el agua de Mexicali es una obligación ciudadana y una urgente manifestación de solidaridad con una región de nuestro país que pretende ser despojada del vital líquido que hace posible la vida.

La defensa de Mexicali es la defensa de un territorio que nos contiene y nos constituye, a las y los mexicanos; si la cervecera Constellation Brands se impone, no sólo perderán el pueblo de Mexicali y el de Baja California, sino que perderemos todas y todos, perderá México, lo que además, en nombre de “la inversión”, dará más luz verde para que las industrias de muerte y destrucción del capitalismo extractivista se sigan apoderando de nuestro territorio, como ya lo hacen las mineras y las empresas energéticas, las de los monocultivos transgénicos, las maquiladoras y las mega granjas ganaderas, para terminar de saquearlo, degradarlo y destruirlo todo, mientras nos tragamos el discurso del “bienestar que traerá el desarrollo progresista”. Nunca habrá bienestar si éste se basa en el despojo, la explotación y la destrucción de humanidad y naturaleza.

Conviene que en nuestras cuarentenas no olvidemos que el capitalismo mata y que nuestras formas de consumo nos hace cómplices.

No a Constellation Brands en Mexicali. No a los mega proyectos de muerte. Los derechos no se consultan: el agua es un derecho.