Opinión

La Pandemia y la Crisis a los Ojos del Movimiento Comunista Mexicano

Víctor Flores Olea

En artículo anterior transcribimos la opinión de diversos intelectuales de prestigio internacional, precisamente sobre la pandemia que nos invade y encierra; ahora, expresaremos la opinión de varios escritores que se han manifestado en el número 378 de la Tribuna Comunista, órgano de difusión y análisis del Movimieto Comunista Mexicano, que nos dice expresamente que, para elaborar esa publicación, “se repasaron, en primer lugar, varios estudios realizados durante los u?ltimos an?os que habi?an predicho que tal pandemia ocurriri?a, habie?ndose alertado que el mundo no estaba preparado para ello, a no ser que se tomaran medidas urgentes para paliar sus efectos negativos”.

Tales alertas no sólo no se atendieron e ignoraron, sino que muchos Estados, a los dos lados del Atla?ntico norte, aplicaron poli?ticas pu?blicas que han deteriorado la infraestructura de servicios (a base de recortes de gasto pu?blico y privatizaciones), “asi? como otras poli?ticas pu?blicas desreguladoras de mercados laborales que han disminuido la proteccio?n social de amplios sectores de la poblacio?n, afectando primordialmente a las clases populares de tales pai?ses”. En su “debate revolucionario”, el mismo Manifiesto declara que la pandemia contiene ciertas oportunidades de cambio, aunque lo que se ve ahora “es un sufrimiento humano enorme, y muy especialmente entre los más debiles, pobres y vulnerables…”

El profesor Vincenc Navarro escribió, en el mismo Manifiesto, que en una reunión telemática reciente de la International Association of Health Policy para discutir los problemas del coronavirus, se habló extensamente sobre la pandemia alertándose, desde entonces, que ocurriría inexorablemente, pero también se alertó diciéndose “que el mundo no estaba preparado para ello, a no ser que se tomaran medidas urgentes para paliar sus efectos negativos”. Tales alertas no sólo no se atendieron e ignoraron, sino que muchos Estados de ambos lados del Atla?ntico norte aplicaron poli?ticas pu?blicas, como decíamos, que han deteriorado (aún más) la infraestructura de servicios, asi? como otras poli?ticas desreguladoras de mercados laborales que han disminuido la proteccio?n social de amplios sectores de la poblacio?n, afectando primordialmente a las clases populares de tales pai?ses.

Pero el profesor Navarro también añadió “…lo que también se sabía es…que hay recursos para contenerla y resolverla. Había un amplio acuerdo en que el mayor problema que existiría no será el de la falta de recursos sino las enormes desigualdades en la disponibilidad de esos recursos. No sería, pues, un problema económico sino político…” Resulta semejante el problema del cambio climático: sus causas son conocidas y existen los recursos para resolverlo… “pero lo que no existe es una verdadera voluntad política de los Estados y de las agencias internacionales que dominan a los Estados hegemónicos para eliminar las causas de tales crisis…”

Navarro termina su artículo diciéndonos que, en el futuro, nos espera un mundo en el que imperará la barbarie, si se deja afuera a la democracia y siguen prevaleciendo los intereses egoístas de unos cuantos sectores de la sociedad que impiden alcanzar el bien común. “El neoliberalismo, promotor de los intereses de una minoría, y el nacionalismo populista, que antepone sistemáticamente los intereses particulares a los del conjunto…” son las dos ideologías organizadas que es necesario derrotar.

Los enormes de?ficits de camas, de me?dicos y enfermeras, de mascarillas, de ventiladores y un largo etce?tera se han hecho patentes en cada uno de estos pai?ses, donde la austeridad tuvo mayor impacto (de nuevo, como en Italia y en Espan?a, y ahora EE.UU.).

Y de?ficits similares aparecen en los servicios sociales de atencio?n a las personas mayores y a las personas dependientes, especialmente agudos en estos momentos de la pandemia.

El profesor Vincenc nos dice también: “El grupo de expertos fue muy cri?tico con una percepcio?n muy generalizada hoy en centros acade?micos y media?ticos influyentes de que los Estados esta?n perdiendo poder y no pueden atender a problemas como las pandemias, actitud tambie?n presente en ci?rculos progresistas tal y como muestran autores como Negri y compan?i?a, que gozan de tener grandes cajas de resonancia en los medios”. El error de esta corriente queda reflejado en el hecho de que los pai?ses (sean grandes o pequen?os) que han podido controlar la epidemia han sido aquéllos donde el Estado ha ofrecido un liderazgo, priorizando las intervenciones pu?blicas sobre las privadas, enfrenta?ndose en caso necesario, con grandes lobbies econo?micos y financieros que anteponi?an los intereses particulares a los generales.

Tal experiencia muestra que aquellos Estados que han tenido un rol ma?s activo y han liderado contundentemente la respuesta a la pandemia han sido ma?s exitosos que aquéllos (como EEUU) en los que el Estado conserva un rol pasivo. Un componente fundamental de este liderazgo ha sido no sólo la adopcio?n de medidas de distanciamiento social (necesarias, pero insuficientes), sino tambie?n su enfrentamiento contra intereses particulares (repito, de lobbies financieros y econo?micos) que han estado ejerciendo una gran influencia en la vida poli?tica y media?tica de tales pai?ses a fin de garantizar el bien comu?n, por encima de los beneficios de unas minori?as.

En el propio Manifiesto se concluye, en voz de Oscar Avellaneda, del Partido Comunista Colombiano, que hoy existen “Dos grandes formas de enfrentar el Covid-19 en el mundo: una defiende el Derecho a la Vida y la otra el “sagrado” derecho a la propiedad privada y a la economi?a empresarial”.