Opinión

Covid-19 y elecciones

María del Carmen Alanís

Alrededor de la salud y la pandemia, existen infinidad de temas que no debemos perder de vista. Uno de ellos es la democracia electoral a nivel mundial.

Esta pandemia ha trastocado los tiempos y formas de los comicios este año. Se han decretado medidas de emergencia, toques de queda, se aplazan elecciones, se modifican procedimientos, otras se han diferido indefinidamente. La pregunta que debemos hacernos es si estas medidas están respetando los derechos humanos y cumpliendo estándares de integridad electoral.

Agencias internacionales y regionales que se dedican al fortalecimiento de las democracias alrededor del mundo, han tomado cartas sobre el asunto, dan seguimiento, emiten principios, y asisten técnicamente de manera emergente.

La OEA elabora un Protocolo que permitirá a los países realizar elecciones, a pesar de la pandemia, con sugerencias y buenas prácticas, que será un referente para la nación. El 8 de mayo transmitirá un evento con especialistas que plantearán escenarios y soluciones a controversias originadas por la pandemia.

El Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA) ha enfocado su trabajo a estudiar y proponer acciones ante la emergencia. Ha creado una sección dedicada en su portal (https://bit.ly/35FvKlj) en la que podemos conocer cuántas elecciones han sido pospuestas y buenas prácticas para poder celebrar elecciones. Destaca el estudio de caso de Corea del Sur, donde se implementaron medidas como el uso del voto anticipado y voto postal, así como de higiene y distanciamiento social el día de la jornada.

Según los datos de IDEA, 52 países y territorios han decidido posponer las elecciones contempladas para 2020.

En México, el 7 de junio de este año se tenían contempladas elecciones locales en dos entidades, Hidalgo (84 ayuntamientos) y Coahuila (diputaciones), comicios que fueron pospuestos por el INE, que ejerció la facultad de atracción ante la emergencia sanitaria. De las elecciones a celebrarse el próximo año, el proceso electoral federal comienza en septiembre; el Estado de México pospuso el inicio del proceso a enero de 2021, entonces están previstos los comienzos en 14 entidades en septiembre, 6 en octubre, 3 en noviembre, 4 en diciembre y 5 en enero (INE). Daremos seguimiento a la legalidad de cada determinación que modifique este calendario y si será el INE, los Congresos o los OPLEs quienes tomen la determinación.

Un caso de llamar la atención es Bolivia, puesto que tenía previstas elecciones generales y todas se suspendieron.

Me parece que de manera irresponsable, y pese a la expansión del brote, se mantuvieron las parlamentarias de Irán, las parciales de Taiwán, las locales en Alemania, Australia, Camerún, Corea del Sur, Polonia y Suiza, entre otros.

A todas luces resulta correcto que se tome la decisión de posponer las elecciones ante la emergencia de salud mundial, sin embargo, ¿sería legítimo que esa decisión la tomara el ejecutivo o el legislativo, y extendiera el periodo de su mandato, apartándose de las vías legales previstas en las normas, incumpliendo con estándares internacionales, y sin mediar un acuerdo político?

Algunos principios que considero que obligatoriamente deben cumplirse: 1. Legalidad. No deben modificarse periodos del mandato, modelos ni leyes electorales. 2. Acuerdo político. Cualquier decisión no debe tomarse unilateralmente por el gobierno el partido mayoritario. 3. Transparencia. Todas las decisiones deben ser públicas y oportunas. 4. Las medidas que se adopten, no deben poner en riesgo ni la salud ni la integridad de las personas. 5. En la toma de decisiones deben participar los expertos y técnicos electorales. 6. Las medidas extraordinarias deben ser temporales. 7. Deberán adoptarse medidas especiales para las personas que atiendan la pandemia.

La situación a la que se enfrentan las autoridades electorales para suspender los procesos es compleja, más cuando ya estaban en marcha. Bienvenidas soluciones innovadoras que no pongan en peligro conocer la voluntad ciudadana y que su diferimiento no signifique la permanencia del gobernante o representante saliente, lo que sería un triunfo del autoritarismo y el populismo.

Twitter: @MC_alanis