Opinión

El porvenir de Lucio Cabañas

Lucio Cabañas peleó durante siete años contra el Gobierno del PRI para defender a los campesinos de Guerrero

El 2 de diciembre de 1974, fue asesinado por el Ejército, el profesor Lucio Cabañas, en El Otatal, Técpan de Galeana, Guerrero. Era el líder de la guerrilla rural El Partido de los Pobres (PDLP). Llevaba siete años peleando contra el Gobierno del PRI para defender a los campesinos de Guerrero. Su cuerpo fue enterrado clandestinamente en el panteón de Atoyac, por militares, al día siguiente de su asesinato. En el 2002, sus restos fueron depositados en esa ciudad, en un obelisco edificado en su honor.

Lucio Cabañas, nació el 15 de diciembre de 1938, en Atoyac de Álvarez, en la Costa Grande de Guerrero. Estudió en la Escuela Normal de Ayotzinapa; desde joven se forjó en la lucha social, primero de manera pacífi ca, pero todo cambió, cuando el 18 de mayo de 1967, en una manifestación en una escuela de Atoyac, estaba apoyando a los padres de familia, cuando policías judiciales enviados por el Gobierno, empezaron a disparar con la intención de asesinarlo.

Con la ayuda de la gente, logró huir para la Sierra, y es así como inició su movimiento armado; en respuesta, el Gobierno del Presidente Gustavo Díaz Ordaz, mediante su secretario de la Defensa, Marcelino García Barragán, enviaron a miles de soldados a la Costa y Sierra de Guerrero, para no sólo aniquilar a su guerrilla, sino también, a la de Genaro Vázquez (ACNR) que se levantaría al año siguiente.

Hay testimonios de cómo varios soldados, sacaban de sus casas, a los campesinos, para que les dijeran dónde estaban los guerrilleros de Lucio Cabañas, pero como nadie los delataba, eran torturados, asesinados o desaparecidos, a muchos, les amarraban un tabique en las piernas, y desde helicópteros, los arrojaban vivos al mar de Acapulco.

Esa política de exterminio la siguió Luis Echeverría como Presidente. La madre y esposa de Lucio fueron torturadas, por el simple hecho de ser sus familiares, por eso, sus parientes se dispersaron por todo Guerrero, u ocultaron sus apellidos, así conocí a varios. Los militares tenían órdenes de enterrar a los luchadores sociales en fosas clandestinas.

Uno de los jóvenes que decidieron continuar con el legado de Lucio Cabañas, es mi amigo Cuauhtémoc Contreras Javier, de Atoyac. Con su acento costeño, me cuenta que es bisnieto de Francisco Contreras Catalán, quien participó en la lucha del Plan del Veladero, que encabezaban los hermanos Vidales, por el reparto de tierras, en 1926.

Su papá, Pedro Contreras, conoció a Lucio Cabañas porque desde niños se frecuentaban, ya que vivían en las comunidades aledañas de San Vicente de Benítez, y El Porvenir, de donde es originario Lucio.

A su papá, se lo llevó a la Ciudad de México, la señora Celerina Cabañas, tía de Lucio, para que estudiara primero en una escuela de trabajadores, y luego en la UNAM.

Tiempo después, el señor Zeferino, abuelo de Cuauhtémoc, así como su tío Donato y su padre, estuvieron luchando con Genaro Vázquez, pero por diferencias ideológicas se salieron. Posteriormente, su padre integró a la guerrilla de Lucio Cabañas.

Cuauhtémoc creó la Fundación Lucio Vive, en el 2010, la cual, busca preservar el pensamiento revolucionario, la integran exguerrilleros del PDLP, ACNR, así como jóvenes de izquierda.

Es licenciado y maestro en Ciencias Políticas. Además, se dedica a sembrar café, cacao y plátanos. Esa zona cafetalera de Atoyac, es de las más importantes de México. Lo hace en las tierras que le heredaron su familia, producto de su lucha. Desde sus 15 años ha participado en movimientos tanto institucionales como sociales, desde la Izquierda, en la Costa guerrerense. En 2024 buscará la Presidencia Municipal de Atoyac, su bandera política es la del Partido de los Pobres.