Opinión

Yucatán espera respuestas

El panorama de Yucatán es claro con respecto a la atención en temas de seguridad y justicia social con Joaquín Díaz Mena

Para Joaquín Díaz Mena, el panorama es claro: en Yucatán, la gente aún espera respuestas, espera atención, espera el cumplimiento de esa justicia social que tanto les han prometido y no ha llegado, esperan un auténtico desarrollo, un auténtico apoyo.

La gente aún espera que cuando reclame la atención de sus necesidades urgentes, sus autoridades respondan y acudan; a pasos agigantados ha crecido el apoyo hacia el candidato a gobernador por Morena, surgido del interior del Estado, donde vivió el día a día de esa gente que ahora quiere llevar a un mejor destino.

Y esto se da a poco más de mes y medio para las elecciones, cruciales para el país y, en especial para Yucatán, donde la capital ha estado secuestrada desde 1990 por las mismas facciones que quieren eternizarse y llegar al Palacio de la calle 61, llevando con ellos el fantasma de la soberbia política, que ha levantado dos Méridas, visiblemente marcadas en una selección de obras y desarrollo que no es equitativo, ni justo y que incluso amenaza con arrebatarnos nuestra propia identidad, en caso de ganar la propuesta de la alianza inimaginable, ilógica e incompresible…, en suma un caos.

Los habitantes de comisarías y poblaciones del interior del Estado expresan preguntas silenciosas con sus miradas cansadas y rostros de fastidio al escuchar o ver que los visitan los candidatos de Acción Nacional aliados con el PRI y el Panal (que busca su supervivencia), para decir más de lo mismo y entonces han vuelto la mirada hacia la marea guinda que crece y vislumbra el triunfo en las próximas elecciones.

La lucha se centra en Mérida, donde la percepción de triunfo de “Huacho” Díaz Mena es evidente. Son vecinos, familiares, amigos, quienes enarbolan las distintas banderas para ganar las posiciones y ahí, a Renán Barrera Concha, tres veces alcalde de Mérida, la gente lo conoce y recuerda por el abandono, la desatención, el desinterés y anuncios pomposos que a final de cuentas no se materializan.

El candidato de Morena, por su parte, en un crecimiento sostenido aborda los problemas y propone soluciones factibles, abarcando los problemas nacionales y una mayor abertura al desarrollo social que permitirá que no sean sólo sueños y aspiraciones, sino que sea el inicio de la prosperidad para todos.

En este esquema de un crecimiento parejo, Díaz Mena navega con la unión de quienes creen en la 4T y de quienes, asqueados de la falta de congruencia y soluciones del PAN y del PRI, encuentran en Morena el rumbo.

Los ciudadanos ejercerán responsablemente sus votos y mostrarán con ellos su opinión sobre el desempeño observado hasta entonces, buscando el cambio, para que por fin Yucatán deje de ser el bastión de la derecha y sea el bastión de la justicia social, como lo soñó Felipe Carrillo Puerto.

Pero ante ese crecimiento y percepción de triunfo morenista, la desesperación del PAN/ PRI ya es evidente en muchos lados y siguen exhibiendo la soberbia, inmadurez y enajenación, esperemos que cuando menos por guardar las formas, prevalezca la prudencia y se no se cuelguen de cualquier bandera, opinión o corriente que no aporta, no soluciona nada y sí perjudica mucho.

Los mismos ciudadanos están denunciando públicamente posibles delitos electorales, como reparto de despensas, entrega de granos de maíz e incluso de “sobres amarillos”, que por sí mismos vician el proceso democrático.

El cambio ya viene, la ola guinda es imparable y no habrá un grito de triunfo morenista el 2 de junio, sino que será un rugido de emociones liberadas tras ser largamente contenidas, con anhelos a punto de ser realizados.