Opinión

Una marea guinda, para ahogar al fantasma viejo

Yucatán se mantiene a cargo de un 'fantasma viejo', que poco se ha preocupado por las necesidades de los ciudadanos

Es tiempo de acabar con el fantasma que recorre Yucatán y muy pocos se han dado cuenta de ello. Recorre el Estado y observa sus flagelos. No le importan el hambre que aún viven muchas comunidades o las necesidades de los ciudadanos a quienes nunca les dieron respuestas, pero que ahora las están encontrando en el proyecto político social del abanderado de la coalición Seguimos Haciendo Historia, Joaquín Díaz Mena, quien se enfrenta a quienes pretenden seguir con el abandono del pueblo yucateco.

Se trata de un fantasma ya viejo, lo mismo cruza por los municipios grandes y pequeños, o entra y domina en oficinas, casas y dependencias; su influencia es tanta que incluso hace perder toda esperanza a quienes desde lejos observan y se dan cuenta de lo que pasa.

Y mientras le apuestan a despertar el miedo entre los yucatecos diciéndoles que nos caeremos en pedazos, con malogrados proyectos de izquierda, resulta que ese fantasma se nutre de la derecha frustrada y un PRI que no sabe para dónde jalar, aquí en Yucatán sigue prevaleciendo la paz.

En Yucatán todo está tranquilo ahora, pero no hay equidad. Morena lleva la bandera de la equidad y en eventos en las comunidades, con recorridos y caminatas, Díaz Mena suma más apoyo cada día frente al fantasma que se apoderó de Mérida y del Estado desde hace décadas.

¿En qué momento apareció este espectro que recorre el Estado? A algunos les espanta, a otros les seduce y quedan bajo su influjo, pero en suma es un fantasma que debe ser conjurado, pues ensombrece el futuro de Yucatán.

Este fantasma es LA SOBERBIA. ¿Ese es el futuro al que aspiramos? ¿Con yucatecos de primera y de segunda clase? ¿Vistos desde las alturas?, la gran mayoría de quienes vivimos en esta tierra privilegiada, responderá que no, que nadie se debe conformar con la situación que viven en las zonas abandonas y en rezago, donde en silencio y con sacrificios de diversa índole día a día desafían los pronósticos inciertos y luchan por tener un futuro mejor.

Frente al fantasma creado en el pasado, veamos el futuro. La renovación llega, dejando a un lado el papel histórico de aguantar y esperar, es tiempo de luchar, de cerrar fi las junto con el candidato de Morena para el Gobierno del Estado, para ganar en las urnas a pulso, un promisorio porvenir.

No más autoridades que únicamente piensen en cómo poner nuevos impuestos, por el contrario, se requiere gobernantes que generen espacios educativos y así evitar la inconformidad social que seguramente llegará cuando los jóvenes que ahora se ven frenados en su educación, sean padres de familia y entren en la desesperación por no tener acceso a empleos bien pagados.

Imaginemos la frustración de saberse capaces, pero estar en desventaja por no haber estudiado o haberlo hecho en desventaja, con falta de oportunidades y servicios. Recorramos el camino de la democracia, caminemos en libertad y votemos por la opción de la marea guinda que avanza hacia el desarrollo integral de Yucatán.

No hay que dudar, tenemos la fuerza para labrar nuestro destino.