Por Olivia Vázquez
Si bien las playas de Cancún conservarán su certificación Blue Flag que otorga la Foundation For Environmental Education México (FEE) por el cumplimiento de criterios establecidos de calidad, seguridad, educación e información ambiental, la realidad es que las certificaciones que hoy se ofrecen en todos los sectores y ramos se han convertido en verdaderos negocios para aquellos que las ofrecen y que las otorgan a quien las pagan.
En el caso de Cancún, la certificación de Blue Flag, que otorga el reconocimiento por el cumplimiento de 33 criterios establecidos en calidad, seguridad, educación e información ambiental, así como en dotación de infraestructura, será ratificada tras la aclaratoria de que ya se dio cumplimiento al faltante administrativo que se venía dando.
En esta ratificación, las playas Ballenas, Chac-Mool, Coral, Delfines, El Niño, Las Perlas y Marlín volverán a ondear sus banderas azules y el cinco de noviembre se realizará la confirmación con la nueva administración.
No obstante son playas que han sido equipadas y que reciben un monitoreo constante, ello no quiere decir que sean las mejores del Caribe Mexicano ni que sean las más limpias o las que tengan la mejor condición.
En el estado hay playas y zonas costeras que podrían bien cumplir estas condiciones por su belleza natural, por su preservación y sobre todo por el menor impacto que reciben de la industria turística, pero que por una cuestión de recursos o del liderazgo municipal no han procesado ni obtenido ningún tipo de certificación, pues para ello se requiere de recursos, principalmente para que sean reconocidas.
En el caso de las playas en México, existe una normativa obligatoria (NMX-AA-120-SCFI-2006) de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales que establece medidas para proteger al medio ambiente en playas turísticas, tanto en materia de calidad del agua, residuos sólidos, infraestructura costera, biodiversidad, seguridad y servicios, así como educación ambiental y contaminación por ruido, lo que otorga una certificación mexicana.
En el caso de México se tienen 21 certificados de playa limpia que no precisamente refieren a los otorgados por Blue Flag, que otorga su propia certificación de acuerdo a los criterios que se van considerando.
Esto en playas, pero existen a nivel internacional, cientos o miles de certificados que van relacionados con el medio ambiente en sustentabilidad, con alimentos, con procesos de operación, con empresas, con gobiernos y con todo tipo de industria que se obtienen mediante un proceso que podría llevar hasta más de dos años de inversión y que cada año se tiene que estar renovando para que la empresa, producto, zona o gobierno sigan ostentando el distintivo que a decir de las certificadoras, les otorga un mayor estatus y un mayor reconocimiento en el mercado, aunque en la realidad, cuando el turista llega a un destino o a una playa, estará realizando una evaluación en base a su propia experiencia y comodidad, cuestión que muchas de las playas de Cancún no ofrecen a sus visitantes.