De la Redacción
Ejecuciones, extorsiones, robos a comercios, narcomenudeo, violencia familiar y trata de personas es el abanico delictivo que se ha ido multiplicando en el municipio de Benito Juárez en los últimos años y que tan solo en este 2018 ha catapultado a Cancún a estar dentro de las estadísticas del propio Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) como una de las ciudades con más conflictos por la inseguridad.
Incluso, el propio Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en su más reciente encuesta nacional de seguridad pública urbana, difundida en junio pasado, detalló que entre las ciudades con mayor porcentaje de personas de 18 años o más que consideraron que vivir en su ciudad es inseguro, se encuentra la ciudad de Cancún.
Otras ciudades con este problema son Reynosa, Fresnillo, la región Oriente de la Ciudad de México, la región Norte de la Ciudad de México y Ecatepec de Morelos.
Es que la falta de atención al problema de la inseguridad para Cancún por parte de las autoridades de los tres niveles de gobierno se ha evidenciado con el incremento de los delitos, a los cuales los ciudadanos se han tenido que ir acostumbrando a presenciar y padecer.
En los últimos años, los delitos en el municipio de Benito Juárez han ido de menos a más de acuerdo a las estadísticas de las propias autoridades, las cuales argumentan que el tema del actual sistema penal les complica su actuación de manera correcta.
Sin embargo, los cuerpos de seguridad locales siguen padeciendo con el tema de la capacitación porque dicho sistema penal se instauró formalmente en Cancún desde hace dos años, y actualmente muchos policías ni siquiera saben cómo es que opera.
Tan solo con el tema de los robos a los comercios, las tiendas de conveniencia han quintuplicado sus pérdidas a consecuencia de los hechos delictivos y por más que en algunos casos los cuerpos de seguridad reportan la detención de presuntos responsables, al poco tiempo quedan en libertad para continuar haciendo de las suyas.
Sin embargo, en temas como las ejecuciones, evidentemente vinculadas al crimen organizado y por ende debería ser competencia de autoridades federales, particularmente de la Procuraduría General de la República (PGR) por el uso de armas de uso exclusivo del Ejército, los 427 casos reportados hasta este miércoles 3 de octubre de 2018, han recaído en manos de la Fiscalía General de Justicia del Estado bajo la condición jurídica de homicidios dolosos.
En abril pasado, el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) dio a conocer un estudio con información tan solo del primer bimestre del año donde ubican a Cancún en el cuarto lugar en robos, homicidio dolosos, narcomenudeo, feminicidio, secuestro, extorsión, violencia familiar y trata de personas, apenas superado por Tijuana, Naucalpan y Ciudad Juárez.
Empresarios de este polo turístico han referido que el “paraíso de paz y tranquilidad” que era el Caribe mexicano se perdió desde hace tiempo porque las autoridades de los tres niveles de gobierno no han aplicado medidas concretas en materia de seguridad, pues solamente cada período vacacional anuncian “mega operativos”.
“No estamos hablando de un problema nuevo, desde hace una década empezó la advertencia, se anticipó una ola de violencia y delincuencia y ya nos alcanzó”, aseveraron empresarios de este polo vacacional.