Por Yolanda Gutiérrez
ISLA MUJERES, 13 de noviembre.- Derivado del frente frío número 9, desde primeras horas del jueves se empezará a sentir un incremento en la intensidad de los vientos, que se estima alcancen los 37 kilómetros por hora, lo que podría restringir la navegación a embarcaciones menores incluso desde la tarde del miércoles.
Ana Laura López Bautista, titular de la Capitanía de Puerto de Isla Mujeres, manifestó que, pese a que se espera que los vientos no afecten tanto como en el norte de la Península, donde se pronostican vientos sostenidos de 65 kilómetros por hora, la dependencia a su cargo considera restringir la navegación a embarcaciones menores desde la tarde del miércoles, todo depende del desarrollo del frente frío número 9.
“En un principio se restringirían a embarcaciones menores los tours de buceo, snorquel y pesca, tanto deportiva como comercial, en el área del mar Caribe pero también podrían quedar suspendidas las actividades náuticas inclusive en el Farito, pero todo depende de la intensidad con la que llegue el frente”.
Por el momento, pescadores y prestadores de servicios pudieron laborar con normalidad, sin ningún tipo de problemas; en el caso de las cooperativas turísticas, aun no observan un importante repunte en la demanda de sus tours de snorquel, aunque según comentaron algunos trabajadores del giro, hay días mejores y otros no tanto.
“De repente nos llega un grupo grande y podemos salir rápido, pero a veces, los turistas tienen que esperar a que se junte el número de gente para que zarpe la lancha, si salimos con menos no reditúa, son muchos gastos”.
El sector pesquero se mantiene a la expectativa y confía que la restricción a la navegación les favorezca en un futuro cercano con mayor incidencia de langosta, como suele ser habitual después de un mal tiempo.
Algunos pescadores que, después de concluir con sus labores, se relajaban con una bebida bien fría en la mano, señalaron que la captura estuvo más o menos buena, pero si el viento arreciaba más, como se pronostica suceda a partir del jueves, se verán imposibilitados de salir a laborar en unos cuantos días.
Y tras la espera, cuando las condiciones climatológicas sean de nuevo favorables, lo primero que harán será buscar el producto que confían haya caído en sus trampas langosteras o, en el caso de algunos, viajar a los campamentos pesqueros de Contoy, donde permanecen por varios días que aprovechan al máximo con la captura del preciado crustáceo.