Como cantina al aire libre, el centro de la ciudad

De la Redacción

TULUM, 4 de noviembre.- Una cantina al aire libre es en lo que ha convertido dijo Víctor Mas Tah, presidente municipal de Tulum, la avenida principal en donde el bullicio de la música, afecta a los huéspedes de los centros de hospedaje de esa zona, que de antemano mantienen bajos índices de ocupación.

Basta caminar pasada la medianoche sobre la avenida Tulum, luego que el bullicio del tráfico, de los comercios, los turistas que se pasean por el sitio, cuando realmente se aprecia el ruido de la música que proviene de los bares establecidos sobre el primer cuadro de la ciudad.

Lo que asemeja una cantina al aire libre, siendo tolerado por Víctor Mas Tah, presidente municipal de la alianza PAN-PRD, a pesar de que con estas acciones afectan no solo a los vecinos cercanos a la avenida, sino a los huéspedes de los hoteles.

Que buscan tranquilidad, pero que con la contaminación auditiva que no es controlada es difícil que eso suceda, un mal que se ha dado en administraciones anteriores y que en la actual no es la excepción como indican recepcionistas, que incluso, los huéspedes si buscaban quedarse dos o tres días sólo se quedan una noche tras cancelar.

Un acto que al final afecta la actividad hotelera, luego que no solo es un hotel el afectado sino varios y pereciera que la música la tienen a un lado del hotel y se escucha fuerte tras el silencio de la noche comentan.

Deberían las autoridades correspondientes caminar a altas horas de la noche por la avenida Tulum, para que puedan detectar el grave problema que afecta desde hace ya varios años a los empresarios hoteleros, ya que el bullicio ahuyenta a los huéspedes, sin posibilidad que alcancen altos índices de ocupación.

Ya que a todo esto, existen otros factores que evitan que se alcancen porcentajes arriba del 50 por ciento en las temporadas bajas, en donde han estado hasta en el 5 por ciento, cuando debería la autoridad trabajar a modo de atraer al turismo y no ahuyentarlo como suelen hacer, al no regular la música, de esos centros nocturnos que incluso, laboran ya casi al amanecer.