Quintana Roo

Retroceso en la economía local

Por Yolanda Gutiérrez

Las fuertes cargas impositivas, la inseguridad, los cobros por derecho de piso, las elevadas tarifas eléctricas y la baja demanda de sus productos o servicios, esto a consecuencia de la pérdida del poder adquisitivo en los ciudadanos, ha provocado que propietarios de negocios en toda la ciudad se hayan visto obligados a bajar cortinas de manera definitiva, lo que implica un retroceso en la economía local.

Comerciantes de diferentes giros califican como un robo el cobro que aplica el ayuntamiento en concepto de basura, que estableció un mínimo de cinco kilos diarios, aunque se genere en una jornada mucha menor cantidad, sobre todo, si se tiene en cuenta el pésimo servicio de recolecta que tanto empresarios como ciudadanía en general confían que mejore con esta nueva administración.

“Otra vez volvemos a lo de todos los años, el pago de la licencia de funcionamiento que viene condicionando al pago de la basura, por muy malo que sea el servicio hay que pagar, no queda de otra, porque si no, te niegan la licencia y la verdad, de poco sirven los programas de estímulos que salen cada fin de año con descuentos si se paga la basura de una sola emisión, creo que muy pocos comerciantes pueden permitirse hoy en día ese lujo, en mi caso son casi 12 mil anuales, con todo y descuento es demasiado para pagar de golpe, si fuera solo eso no importaría tanto pero además hay que pagar el predial, la anuencia de Protección Civil, Bomberos, los permisos para el toldo y el anuncio… es demasiado, con todo esto no me extraña que varias fruterías hayan cerrado y al paso que vamos, tal vez también baje cortinas, no sé si podré aguantar mucho más”, señaló la propietaria de una surtida frutería.

Agregó, sin confirmar ni negar si sufre el problema en carne propia, que la delincuencia organizada no perdona a nadie, ni chicos ni grandes y hay que pagar derecho de piso si se quiere trabajar sin problemas, lo que obviamente merma mucho las ganancias.

Ante este panorama, no es de extrañar que prácticamente no haya una región o colonia popular donde no se encuentren locales cerrados con los consabidos avisos de venta o renta, de los cuales algunos quebraron a lo largo de este año.

El señor Manuel, propietario de una pequeña tienda de abarrotes, mencionó que ya no es redituable este tipo de negocios; por un lado las ventas se encuentran por los suelos, “mucha gente prefiere hacer sus compras en los grandes supers y los que siguen llegando gastan mucho menos, se llevan exclusivamente la cantidad que necesitan para ese momento, no como antes que se llevaban más para que no faltase en la casa”.

Agregó que es un riesgo mantener abierta una tienda, sobre todo en estos tiempos que corren, cuando “uno ya no sabe en qué momento le van a robar el negocio; antes los delincuentes se amparaban en la noche y forzaban la puerta o la cortina, pero ahora ya no les importa asaltar a plena luz del día, incluso cuando se está despachando a los clientes, que también son despojados de sus pocas pertenencias”.