Por Santos Gabriel Us Aké
CENTRAL VALLARTA, PUERTO MORELOS, 18 de diciembre.- Seguiré gestionando la creación del Museo del Chicle hasta lograrlo y para ello hemos recopilado varios objetos antiguos desde el año 2001, explicó hoy Alejandro Montoya Mex, subdelegado municipal de Central Vallarta y exvocal de la Cooperativa Chiclera “José María Morelos”.
Alejandro Montoya Mex, actual subdelegado municipal de Central Vallarta, fue dos veces presidente del comisariado ejidal de Puerto Morelos, vocal de la Cooperativa Chiclera “José María Morelos” y como nativo de esta comunidad aún recuerda haber vivido a los cuatro años de edad los embates del huracán “Beulah” en septiembre de 1967 y vio también los efectos del huracán “Gilberto” en septiembre de 1988 y “Wilma” en octubre de 2005.
Tiene varias gestiones sociales para mejorar la imagen urbana de Central Vallarta, pero una de las que más le ha apasionado es la creación del Museo del Chicle en el edificio que era la oficina, la pagaduría y la bodega, ubicado en el centro de la comunidad.
Recordó que desde el año 2001, hace 17 años, tuvo la iniciativa y visión de impulsar este proyecto histórico y cultural, pero no se ha concretado hasta el momento, sin embargo, no pierde las esperanzas y confía en que algún día se logrará.
Explicó que desde 1912 fue fundada esta central chiclera con cientos de trabajadores que arriesgaron sus vidas en la selva y en la actualidad con el estatus de subdelegación municipal cuenta con 83 habitantes, de 31 lotes habitacionales (algunos ocupados y otros abandonados) y 103 hectáreas con escrituras.
En este lugar estuvo la primera bodega del chicle en el año de 1913 y todavía se conservan los postes de árbol de jabín para ser observados por los visitantes, y además el edificio de arena y cal inaugurado el 31 de octubre de 1962, según la placa fijada en la pared.
La primera bodega de chicle tenía techo de guano y paredes de tablas de cedro, y además en una de las calles cruzaban los rieles donde transitaban con mulas los aproximadamente 15 “trucks” que tenían las familias chicleras de Central Vallarta y que viajaban a Puerto Morelos y Leona Vicario. Sin embargo, de esas líneas férreas ya no se conserva nada.
Mencionó con melancolía que si hubieran conservado los rieles del “truck” serían en la actualidad un gran atractivo turístico y habría una fuerte afluencia de visitantes en esta comunidad ubicada a unos 19 kilómetros de Puerto Morelos.
Pero con lo que todavía existe y que ha logrado recopilar, confió en que algún día se podrá crear el Museo del Chicle, pues aún existen varias lámparas que eran usadas con gas morado, algunas son pequeñas y eran para los chicleros que caminaban en el monte, bolsas para la recolección del chicle, pailas, herraduras de las mulas, etcétera.
En la parte trasera del edificio se encuentran dos réplicas de campamentos chicleros, y recordó que su padre José Montoya Montoya (nacido en Catmís, Yucatán, ya fallecido) fue presidente del Cooperativa Chiclera “José María Morelos”, agrupación que dejó de funcionar en 1975 cuando decayó esa industria.