Quintana Roo

Por Ovidio López

 

ISLA MUJERES, 19 de diciembre.- Los indicios evidencian que la Administración Portuaria Integral de Quintana Roo (Apiqroo) es vulnerada su autonomía por la monopólica naviera Ultramar, por numerosas violaciones a la ley y no es sancionada por esa dependencia, al contrario recibe protección para usar a sus anchas las instalaciones públicas en Cozumel e Isla Mujeres, sin pagar de acuerdo a la tarifa.

El colmo, este martes Alicia Ricalde Magaña, su directora general, intentó en la reunión de los accionistas de la paraestatal perdonarle un abultado adeudo por 13 millones 449 mil 418.27 de pesos por servicios prestados ya vencidos, a la empresa de Germán Orozco Sarro.

Fue rechazada la intentona y de acuerdo al orden del día, en el punto 7 apareció la “presentación y en su caso autorización de la propuesta para regresar a cobrar la contraprestación del contrato original de Ultramar (Naviera Magna, S. A de C. V.), correspondiente a la infraestructura portuaria de la terminal marítima de Cozumel”.

Ese contrato se refiere al firmado en 2011 por Javier Zetina, durante la parte final del sexenio de Félix González, en el cual se le concede cobrar centavos por pasajero en lugar de 4 pesos, con vigencia de 10 años. Igual acuerdo existió con el caso de Isla Mujeres en la ruta a Puerto Juárez, tal como ya dimos a conocer hace algunos meses.

En ambas rutas (Cozumel-Playa del Carmen e Isla Mujeres-Puerto Juárez) representó varios millones de pesos que dejó de captar la Apiqroo. Sólo como cifra ejemplificada, según representantes de navieras que compiten en esas rutas, en 2017 Ultramar movilizó alrededor de 5 millones de pasajeros en Isla Mujeres, en Cozumel es mayor esa cifra.

Ricalde Magaña, a raíz de denuncia que se hizo en estas páginas a mediados de año sobre este caso, confirmó verbalmente que ya procedió en el juzgado para cancelar ese acuerdo y proceder a reclamar millones de pesos.

Pero ahora existe la duda por la pretensión de cancelar el cobro en Cozumel y regresar al contrato anterior.

El caso Cozumel ya llegó a manos de las secretarías de Comunicaciones y Transportes (SCT) y de la Marina (Semar), según documentos que obran en esta casa editora. Ahora con el nuevo sexenio federal habrá que esperar cambio de forma, porque desde México, Ultramar “movió sus tentáculos para corromper a funcionarios federales, estatales y municipales”.

 

La notificación

Puertos y Marina Mercante de la SCT notificó el 12 de julio 2017 una resolución en contra de Ultramar, sobre casos del favoritismo en el uso del muelle de Cozumel. “Se le prohíbe a la Apiqroo permitir o autorizar el atraque o acodera embarcaciones que excedan la eslora permitida conforme a las Reglas de Operación vigentes en la terminal marítima de San Miguel Cozumel, especialmente la denominada Ultramar (de 48 metros de eslora), apercibido que en caso de no atender la presente prohibición o de continuar con dicha actitud, se procederá conforme a derecho por dichos desacatos…”, advierte la SCT.

En el recuento, se señala que desde el 2011 naviera Magna (Ultramar) y Apiqroo a través de Javier Zetina, firmaron un contrato leonino en detrimento de las arcas estatales y municipales, en el cual Ultramar “rentaba, por decirlo de alguna forma, parte del muelle y pagaba una igual en vez de pagar los derechos que debería pagar. Con esto se ahorró mucho dinero a costa de Quintana Roo y sus competidores desde el 2011 al 2017”.

Este contrato ha sido citado como el contrato de exclusividad que fue invalidado por la Dirección de Puertos en su resolutivo 7.3.1774.17, del 6 de julio del 2017 y ante una queja de su competidor Barcos México.

Sin embargo, hay dos contratos, el segundo es secreto de Estado y nadie logra conseguir copia, pero es similar el de Cozumel, cambiando en montos y detalles pero misma estructura, aunque hay oficios como el API-DG.GC.233.17 del 9 de marzo, donde el gerente de Comercialización es instruido que dichos contratos no tienen validez (el de Cozumel y el de Isla Mujeres).

“Apiqroo empieza a cobrar como corresponde supuestamente y Ultramar no paga… porque dice que no le corresponde… y le siguen dando crédito llegando a deber, sólo en Cozumel, más de 13 millones de pesos. En Isla Mujeres se desconoce la cifra.

Se estima que el no pago de Ultramar significa el quebranto del 40% de las utilidades de la Apiqroo, algo insólito que amerita una investigación a fondo, reclaman las navieras de Isla Mujeres y Cozumel.