De la Redacción
Un cielo negro con lluvias y fuertes rachas de vientos superiores a los 50 kilómetros por hora, fue la entrada del frente frío número 31 al estado de Quintana Roo, aunque Protección Civil ya había anunciado la llegada de este fenómeno y por tal motivo, desde el pasado sábado la Policía Militar activó el plan DN-III-E en Cancún, no esperaban los estragos a su paso.
Árboles caídos, inundaciones y vehículos varados por fallas mecánicas en el motor mantuvieron paralizada la salida con dirección al Centro, de la Zona Hotelera de Cancún, por alrededor de cuatro horas, filas que superaban los seis kilómetros de largo sobre el Bulevar Kukulcán, iniciando desde la altura del kilómetro siete, lo que mantuvo a cientos de trabajadores y turistas detenidos sin poder llegar a tiempo a sus destinos.
El origen del caos en ese punto fue originado por la caída de un árbol hacia los carriles con dirección al Centro de la ciudad, por tal motivo elementos del Heroico Cuerpo de Bomberos se dirigieron al lugar, minutos después, elementos de la Policía Militar, quienes mantenían el plan de contingencia DN-III-E activo, se unieron para liberar la importante arteria, sin embargo, las inundaciones en diferentes tramos, ramas de palmeras que salían volando sobre la vía de circulación, que provocaba riesgo para los conductores, se unieron al caos.
A partir de las 16:00 horas, fue cerrada la navegación a pequeñas y medianas embarcaciones, debido al fuerte oleaje por la entrada de este norte acompañado de ventarrones, los efectos a su paso comenzaron a sentirse poco después de las 17:00 horas, cuando la lluvia acompañada de fuertes rachas de viento que superaban los 50 kilómetros por hora, mientras avanzaba sobre Benito Juárez.
Turistas y trabajadores, quienes se encontraban sobre el Bulevar Kukulcán fueron sorprendidos por los fuertes vientos, los cuales empezaron a notarse cuando las ramas de palmeras comenzaron a salir volando, algunos letreros en la zona de antros, cayeron sin lesionar a nadie.
Otro árbol frente a Playa Langosta generó caos y movilización por parte de las autoridades y cuerpos de rescate, quienes realizaban recorridos como parte del “Operativo Tormenta” en toda la Zona Hotelera.
Aunque muchos automovilistas optaban por evitar el embotellamiento para salir con dirección al Centro, otros vehículos permanecían varados con dirección a la glorieta de Fonatur a la espera de ser rescatados por una grúa, provocando caos y un riesgo por la falta de señalamientos por parte de los mismos conductores.
Algunos elementos de la Policía Militar y la Policía Turística, se enfocaron en las populares playas, donde la gente pese a las condiciones climatológicas, las banderas rojas colocadas y la suspensión de actividades acuáticas, permanecían tratando de captar el momento con sus teléfonos celulares, pero poco a poco les fueron haciendo la invitación para que se retiraran por el riesgo que representaban los fuertes vientos y el alto oleaje, así como hoteleros brindaron recomendaciones a sus huéspedes para salvaguardar su integridad, asimismo, Protección Civil emitió comunicados a la población, de no salir en caso de no ser necesario.