Quintana Roo

Por Luis Enrique Cauich

 

ISLA DE HOLBOX, LAZARO CARDENAS, 27 de enero.- Vientos de más de 70 kilómetros por hora se registraron en la isla de Holbox cerca de las 3 de la tarde, los cuales ocasionaron fuerte oleaje que se adentró hasta 200 metros en la población, inundando las calles de arena y convirtiendo a la isla en una Venecia tropical, esto como parte de los efectos del frente frío número 31 que afecta la Península de Yucatán.

Hace apenas un mes la isla de Holbox vivió una situación similar, también con la entrada de un frente frío, el cual causó preocupación, puesto que las afectaciones se registraron de forma nocturna y literalmente el mar y la laguna se unieron, haciendo subir el nivel del agua dentro de la población hasta unos 40 centímetros.

Ayer, fue la entrada del frente frío número 31 lo que causó fuertes estragos en este paraíso lazarocardense, que quedó convertido en una Venecia tropical porque el mar se adentró más de 200 metros en la población, por lo que nuevamente se unió a la laguna Conil, formando ríos dentro la isla.

La zona de Punta Cocos, en la parte noroeste de la isla, es la que primero comenzó a inundarse con la creciente de la playa, adentrándose varios metros, para luego el oleaje sentirse en Playa Norte y el muelle turístico, y toda la parte norte de la isla que comenzó a cubrirse con el mar, que iba creciendo con las rachas de vientos huracanados que empujaban las olas más adentro de la isla.

Fueron más de dos horas de rachas de viento cercanas a los 70 kilómetros, que derribaron módulos de información turística, tumbaron algunas palapas en la orilla de la playa, también árboles de mangle, además de matas que cayeron sobre cables de energía.

El agua corría por las calles del destino turístico, que se volvieron casi intransitables puesto que sólo se podían recorrer a pie, ya que los vehículos que se utilizaban, sobre todo los de golf que sirven para el servicio particular y de transporte, quedaban atascados en el agua que subió 50 centímetros y 70 en algunas partes bajas.

Los habitantes se abocaron a resguardar sus pertenencias y documentos porque el nivel del agua comenzaba a subir prácticamente en toda la isla, en tanto que algunos documentaban a través de sus celulares y redes sociales todo lo que en ese momento ocurría en el destino turístico.

Los habitantes hacían un llamado de emergencia a la Dirección de Protección Civil, ya que algunos de los árboles habían caído sobre las líneas de corriente y afectaban el servicio, además de que representaban un peligro para los transeúntes porque la zona se rodeaba de agua y podría causar daños más considerables.

Hasta el cierre de edición los habitantes esperaban que las rachas de viento que habían disminuido, no se reanudaran, ya que de lo contrario la creciente podría empeorar más y pedían a las autoridades estar atentas por si llegara a necesitarse alguna evacuación.